Frente a esto, el presidente venezolano contraataca anunciando que si no es aceptada su solicitud de ingreso en tres meses, su país retirará la solicitud haciendo valer el trascendental papel en las cuestiones energéticas que tiene Venezuela para el desarrollo independiente de América Latina.

“Si en un período de tres meses no se completa la adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) tendremos que, lamentablemente, retirarnos definitivamente de dicha instancia internacional”, sostuvo el presidente Hugo Chávez.

La firme posición de Chávez tiene dos principales destinatarios: el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, a quien le pide que no se deje manejar por los representantes de la derecha y el mandatario argentino. Néstor Kirchner, quien deberá terciar para inclinar la balanza hacia el lado de la cordura y apurar el ingreso de Venezuela al bloque comercial y político.

Lo que preocupa en estos días es que una aviesa intervención en los asuntos internos de Venezuela por parte del Senado de Brasil de cuestionar la decisión soberana del país caribeño de no renovar la licencia a un canal de televisión, derivó en los fuertes lobbys para impedir la aceptación de Venezuela como miembro pleno del Mercosur.

A esto, Chávez contesta con firmeza que no quiere formar parte de “un viejo Mercosur“ y descubre tras esos intentos que se reproducen también por parte de la derecha paraguaya una avanzada más para frenar el proceso revolucionario que encarna el pueblo venezolano.

“Lo más probable es que las presiones que se están ejerciendo desde varias instancias, como por ejemplo el Senado brasileño, estén esperando que nosotros cambiemos nuestro modelo económico y político; algo que es imposible pues se ha hecho un compromiso con los sectores más desprotegidos de nuestra economía”.

La historia del Mercosur estuvo cargada de contradicciones desde su creación cuando el Mercado y sus reglas lo entendieron como el paso previo a la creación de la llamada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que fue fuertemente rechazada en octubre de 2005 en la ciudad de Mar del Plata cuando los países del Mercosur más Venezuela le dijeron “no” a Bush y sus intentos anexionistas.

La llegada de Lula, Kirchner, Morales y Tabaré Vázquez al poder significó esta nueva lectura sobre la necesidad de integración política, económica y cultural de los pueblos para salir definitivamente del neoliberalismo que asoló a la región.

La decisión de Venezuela de no renovar la licencia al canal golpista RCTV apareció como una oportunidad única para los enemigos de la integración que veían, casi con desesperación, cómo la historia cambiaba en América Latina.

Está en las manos de los jefes de Estado, sobre todo Lula y Kirchner, la tarea de frenar esos intentos. Mientras tanto, Chávez no evita hacer definiciones que si bien ponen en vilo a quienes bregan por la integración, mantienen intactas las líneas políticas de las que no hay que alejarse.

En su duro discurso de advertencia Chávez reafirmó la intención de Venezuela de incluirse en un mecanismo de integración como el Mercosur, “siempre y cuando se considere hacer cambios dentro de esa instancia, que se formó en el seno del neoliberalismo y terminó por convertirse en una forma más de agrupar élites y poderes empresariales; de forma que la integración de los pueblos quedan relegadas al último lugar”.

# Nota publicada por Nuestraamerica.info.
(*) Periodista y docente. Director del portal de noticias Nuestraamerica.info.