El uso de combustibles fósiles da como resultado la formación de un gas llamado dióxido de carbono (CO2) que produce el fenómeno llamado efecto invernadero. Este gas (CO2) se sitúa en las capas superiores de la atmósfera y refleja para expresarlo de alguna manera nuevamente el calor hacia la superficie terrestre por este efecto produce el aumento de la temperatura global no permitiendo la irradiación al espacio exterior del calor recibido por la acción directa del Sol.

Este aumento de la temperatura afecta directamente a las condiciones climáticas, sobre todo en zonas tropicales, ya que un grado en el aumento de la temperatura incide en un volumen muy importante en la evaporación del agua de los océanos dando lugar a la formación de grandes tormentas como huracanes, ciclones y tifones según su situación geográfica. Siendo estos fenómenos cada vez más impredecibles con las debidas consecuencias catastróficas para la humanidad.

El calentamiento global afecta naturalmente a las zonas polares con el deshielo correspondiente, aumento en el nivel de las aguas e inundaciones de zonas ribereñas. Es decir, produce caos por dónde se lo mire.

Además de estas consecuencias, dichos combustibles dan lugar a la formación de la llamada lluvia ácida, por emanación de gases como el dióxido de azufre (SO2) u óxidos de nitrógeno (NO2), (NO3) que al combinarse con el agua dan como resultado la formación de ácido sulfúrico y ácido nítrico (SO4H2), (NO3H) que si bien no se perciben inmediatamente por su baja concentración, sí nos afectan a través de la ingesta de los alimentos. Además de la corrosión de edificios y monumentos.

Si no se toman medidas de fondo con respecto a la utilización de estas formas energéticas, las consecuencias podrían ser irreversibles y harían difícil la vida en nuestro planeta.

Otro tema desequilibrante es la deforestación indiscriminada. Sabemos que los árboles y el verde en general son nuestro productor de oxígeno, fenómeno llamado fotosíntesis (absorción de dióxido de carbono y liberación de oxigeno por acción catalítica de la luz) elemento este indispensable para la vida.

Además, las selvas (zonas tropicales), lugares en los cuales las lluvias son muy abundantes, tienen la capacidad de absorber una inmensa cantidad de agua. Además forman una barrera natural contra el líquido elemento, si son eliminadas por ende tendremos desborde de ríos y arroyos con las consecuentes inundaciones que acarrean desolación y catástrofe.

No debemos olvidarnos del ozono, sustancia protectora de la atmósfera, que actúa como filtro a las radiaciones solares ya que éstas harían imposible la existencia de cualquier ser vivo.

Subproductos del petróleo tale como los clorofluorcarbonados son sustancias que por una reacción química destruyen dicho ozono. Estos se encuentran en propulsores de aerosoles y en gases utilizados para la refrigeración.

Sustitutos energéticos bien podría ser la utilización del hidrógeno como combustible ya que se han efectuado experiencias al respecto, la energía hidroeléctrica y eólica.

Tomando en cuenta los conceptos anteriormente dichos podemos llegar a la conclusión sin duda que el hombre esta transitando un camino equivocado, es decir prioriza la economía por sobre la existencia. En el afán de poder no escatima daños ni perjuicios contra su misma especie sin tener en cuenta que el PLANETA que habitamos es un gran barco que si se hunde nos hundimos con él.

El bien común no es un concepto asimilado por los grandes monopolios económicos sino todo lo contrario, dan muestra de una insensibilidad extrema seducidos por el poder y la ambición desmedida y no hacen más que están inmersos en la peor de las ignorancias.

No tenemos más que repasar la historia de la humanidad para llegar a esta conclusión.

(*) Periodista - comunicador social.