por Gustavo Ywanaga Reh; gywanaga@gmail.com
Pro-intellectum
22-1-2008

Es curioso, con el tema de la devolución de los aportes al FONAVI, la clase dominante, perdón los políticos en el gobierno, han comenzado a presentar ciertas anomalías físicas, manifiestas en ligeros rictus faciales, como si se les pidiera que devolvieran los sueldos percibidos por la ineficiencia en su productividad laboral.

Todos hablan de la inviabilidad de la devolución, es más algunos sabios plantean el realizar obras a cambio de la devolución. Hecho curioso que me pregunto ¿Acaso las obras no son una OBLIGACION del Estado? Esto me hace recordar a las famosas reparaciones para las víctimas de la CVR, perdón de la violencia subversiva. Eso de hacer obras en las comunidades afectadas, llámese Lucanamarca, Sancos, Pucayacu, etc., es una obligación del Estado peruano, y no un premio, estimulo u óvolo por haber sido atropellados en sus derechos.

Imagina Ud. al Sr. Baruv Ivcher, no cobrando los más de 20 millones de soles que recibió, sino que el Estado hubiese hecho una losa deportiva en el parque de la esquina de su casa, a manera de reparación.

Como se sienten los peruanos cada vez que escuchan y sobre todo ven las idioteces de sus políticos, gobernantes. Acaso los dineros aportados han sido donación de la clase trabajadora, no eran aportes que debían ser manifiestos en vivienda y sino en un fondo, tal como cualquier “aportación” no un “impuesto de saca y olvida”.

Lo que difícilmente entiendan nuestros ilustres políticos, es que el pueblo, aquella masa trabajadora que en promedio percibe menos de 300 soles al mes, esa mayoría de personas de todos los colores de piel, de todos lo orígenes, de todas las naciones: SON EL PERU .

Difícilmente se puede pensar que el Perú es un trozo de tierra de propiedad del patrón. La patria es la población peruana y si traicionan a su gente, son traidores a la patria.

¿Por qué le incomoda al gobierno incrementar el sueldo mínimo vital, devolver a la población la plata que exfoliaron a los trabajadores o generar la temida “estabilidad laboral”?: Simple, los negocios que representan tienen conflictos de interés con estos temas. La empresa no quiere inflación, ni pagar más sueldos ni engancharse con “sus” trabajadores. La pregunta debe ser a ¿quién representan los políticos, al pueblo o al empresario?

Todo tiene que ver con los negocios, bussines son bussines después de todo. Los gobernantes, en nuestra política criollamente chicha, están para su propio beneficio y el de los suyos. Han sido “divinamente” elegidos, y por lo tanto el pueblo de por sí se beneficia de ver la magnificencia de sus líderes queridos o no, elegidos o no, útiles o no; donde todas las noticias no son más que el talk show llevado seriamente, de la situación nacional.

Muchas personas, incluso con niveles intelectuales y/o estudiantiles bajos, se dan cuenta que algo raro pasa. Somos tontos por no darnos cuenta que el Perú es un país camino a ser potencia mundial en el corto plazo, y que tendremos los mejores estándares de vida a nivel mundial. El PBI anda sobre el 5% anual y eso de por sí debe ser regocijo de todos los peruanos, aunque no tengan el metálico para la pitanza.

Acaso el pueblo se habrá resignado a las siguientes palabras: espera…, ten paciencia…, déjennos trabajar…, es por el bién de Uds…, no sean tontos… etc., repetitivas hasta el cansancio de alguien que recibe un sueldo por encima de los 4, 5 o 10 mil dólares mensuales a alguien que no llega ni a los 2 dolares diarios. De seguir pensando que la población es estúpida, y que una estadística pronunciada por un político de turno borrara isofacto la sensación de angustia del que no tiene, nos encaminaremos al ILAVE NACIONAL. Cual será la gota de agua que colme el vaso, no lo sabremos, pero si sabemos que nos estamos dirigiendo a ello.

Mantener la neoliberal situación tal como está, es el mejor resultado del trabajo nuestros políticos, como se logra eso: simplemente no haciendo nada.