Introducción

En el contexto político que vive nuestra sociedad, se ha impulsado un discurso que tiene el objetivo de confundir y desorientar a los sectores populares, en el se compara al socialismo como un estado autoritario, donde no existe la democracia y se elimina las cualidades de los individuos. Las clases dominantes plantean que la sociedad socialista no permite el desarrollo del arte y la cultura, que la dictadura del proletariado restringió a los artistas e intelectuales.

Para sustentar estas tesis, han tenido que tergiversar y ocultar la historia, utilizan como caballo de Troya una campaña que oculte los aportes que dieron muchos referentes artísticos y culturales para el desarrollo de la humanidad, a la vez, han echado lodo a los artistas e intelectuales que han forjado una estética en contra del capital y a favor de los intereses de los pueblos.

Un ejemplo de las acciones en contra del arte revolucionario es lo realizado contra la figura de Serguéi Eisenstein; cineasta que llevo la pantalla gigante hacia los sectores populares, convirtió a los obreros y campesinos en artistas de cine y elaboró películas como ‘La huelga’, ‘El Acorazado Potenkín’, ‘Octubre de 1917’, etcétera en los que se expone los más altos intereses de los trabajadores.

Los aportes impulsado por Serguéi Eisenstein al desarrollo del arte y principalmente del cine, han sido ocultados por la historia burguesa o lean creado un sin numero de comentarios para descalificar su trabajo, es por eso que a pocos días de la conmemorarse de los 110 años del nacimiento de este revolucionario, es necesario recoger sus enseñanzas y planteamientos que nos permitirán desenmascarar los criterios de la burguesía y el imperialismo, a la vez, demostrar que el socialismo es la sociedad donde se potencializa las mejores cualidades de los seres humanos para el beneficio de toda la sociedad.


Antes de la revolución

Serguéi Mijaílovich Eisenstein nació el 23 de enero de 1898 en Riga (ciudad de la Rusia zarista). Su padre Mijaíl Ósipovich Eisenstein era ingeniero urbano del departamento de carreteras del gobierno provincial de livonio. Su madre Yulia Ivanoval, era una mujer de clase media e hija de un comerciante de gabarras en San Peterburgo.

En aquellos días la “la Rusia Zarista era una verdadera cárcel de los pueblos. En su territorio habitaban numerosas nacionalidades no rusas, privadas de sus derechos y sometida a todos tipo de ultrajes y humillaciones” . El niño Eisenstein por ser de herencia judealeaman era constante discriminado y en la escuela se manifestaba un verdadero odio nacionalista contra el.

Desde muy corta edad, Serguéi Eisenstein fue influenciado por la literatura y sus anhelos de rebeldía se avivados mientras leía los relatos de la revolución Francesa y la Comuna de París. Estos acontecimientos influyeron en la conciencia de Serguéi, como lo señaló años más tarde en sus notas autobiografías, “la historia de Francia fue una de las primeras cosas que me interesaron […] por algún milagro, ‘el impresionable niño’ tropezó con más obras históricas en las estanterías de su padre. En esa biblioteca de un ciudadano honrado que había prosperado hasta ocupar un alto cargo, esos libros parecían fuera de lugar. Pero allí descubrí 1871 y la Comuna de París, en una edición francesa llena de ilustraciones”.

Tras terminar la secundaria se inscribió en el Instituto de Ingeniería Civil de Petrogrado, con ello continuar la tradición familiar de ser ingeniero. Objetivo que no satisfizo su anhelo de convertirse en artista (sueño que lo fue forjando en sus múltiples visitas al teatro, el cine y la opera).

Sin ningún incidente trascurrió sus estudios en el instituto hasta la llegada de la revolución de 1917. Por los acontecimientos que sucedían el edificio fue clausurado y convertido en centro de las fuerzas zaristas y asignado al regimiento Ismáilov. Influenciado por los sucesos revolucionarios se enlista en las milicias de la ciudad y comienza a elaborar múltiples dibujos y caricatura en la que relatan los hechos se desarrollaban y que saldrían en el periódico “la Gaceta de San Petersburgo” bajo el seudónimo de Sir Gay.