Por su destacado lugar dentro de nuestra historia, la conmemoración de su centenario incluye un extenso programa que inició en noviembre del año pasado con la colaboración de intelectuales, lectores y periodistas cubanos. En marzo de este año tuvo lugar el coloquio "Bohemia 100 años", que transcurrió durante tres días en el Centro Hispanoamericano de Cultura. "El mejor homenaje que podemos hacer al centenario de Bohemia —dijo en este encuentro Armando Hart— es comprometernos a investigar, estudiar y promover la memoria histórica contenida en sus páginas".

A este proyecto se suma un documental por los 100 años de la revista, una multimedia, un foro interactivo titulado "Bohemia en tres tiempos: ayer, hoy y mañana" y la edición especial de 160 páginas con los mejores materiales publicados en su historia, junto a otros libros relativos a la revista homenajeada. Además, se ha convocado un concurso de lectores bajo el tema de "Bohemia en mi vida", dirigido a menores y adultos de cualquier país, que se inserta en la larga tradición de la revista como fuente de referencia e información para lectores de todas las edades y tendencias.

Bohemia fue fundada por Miguel Ángel Quevedo y se publicó por primera vez, con el subtítulo de Revista Semanal Ilustrada, el 10 de mayo de 1908. Su dueño, amante de la música, tomó para la publicación el nombre de su ópera favorita, "La Bohème", de Giacomo Puccini. Quevedo aspiraba, con carácter premonitorio si se quiere, a una publicación que fuera “una enciclopedia imprescindible en toda casa en la que sus habitantes se precien de cultos y amantes del saber”. Sin embargo, la nueva publicación literaria, social y artística no tuvo una gran acogida en su primera salida, y no es hasta dos años después que comienza a circular entre un público de mediana y pequeña burguesía y profesionales acomodados.

En 1915 cambia el subtítulo a Ilustración Mundial y extiende sus páginas y sus contenidos. De este año data la incorporación de la tricromía a las portadas, por primera vez en Cuba, lo que le permitió publicar grabados a colores de los pintores y dibujantes cubanos de la época, como Romañach, Valderrama, Rodríguez Morey y Menocal.

En 1927, en plena crisis económica y con la revista en franca decaída, Miguel A. Quevedo y de la Lastra reemplaza a su padre como editor. Aunque mantuvo el formato, su nueva visión impulsó cambios en el contenido y el número de los artículos y aumentó los temas tratados en la revista hasta hacerla vocera de todos los acontecimientos de Cuba y el mundo.

Como uno de los cambios esenciales se introdujo el periodismo de opinión para difundir juicios sociales y políticos, y con el nuevo impulso ya en 1930 Bohemia se sitúa en el liderazgo de tirada y circulación como publicación cubana y latinoamericana.

En esta década se introduce definitivamente en la política y se enfrenta, junto a la mayoría de los cubanos, al dictador Gerardo Machado. En 1933, por ejemplo, publica una carta abierta del editor pidiendo la renuncia del Presidente. Sus críticas y la fuerza de los artículos provocaron la clausura de la revista en más de una ocasión y también la detención de Miguel A. Quevedo (hijo) en varias oportunidades.

La influencia de Bohemia creció regularmente en las dos décadas posteriores. El éxito de la publicación rebasó todas las fronteras: no solo se vendía en toda la Isla, sino que se extendió al mercado extranjero. Ya acuñadas sus tendencias políticas, usó su poder editorial contra otros dictadores de la época, como Trujillo en República Dominicana y Somoza en Nicaragua, en cuyos países circuló clandestinamente.

En 1943, momento significativo en la historia de la revista, se crea la sección "En Cuba", considerada el punto de nacimiento del periodismo investigativo cubano y la "sección más permanente y leída de todos los tiempos" en la Isla. Esta columna, hija de los esfuerzos de Enrique de la Osa y Carlos Lechuga, pretendía, en palabras de su creador "exponer, diáfana y francamente, las incidencias de la vida nacional". Se dedicó a los temas más polémicos de la sociedad y la política cubanas, entre ellos la corrupción, el latrocinio, el partidismo y la politiquería. Fue tal su popularidad que convirtió a Bohemia en una publicación de obligada referencia y disparó su circulación de modo que, aunque en los años 50, su "década de oro", se vendían en los estanquillos 200 000 números semanales, la tirada llegó a ser por momentos de más de 300 000 hasta medio millón, y en 1959 llegó a vender un millón de ejemplares.

En las páginas de Bohemia se han publicado narraciones, poesías, crítica literaria y artística, artículos sobre historia, ciencia y técnica, deportes y moda, entre muchos otros, y sus secciones han cubierto asuntos de política, crítica social, religión e instrucción, así como juegos para niños y adultos, entre ellos las conocidas secciones de "Cuquitas" y los crucigramas.

Entre sus colaboradores han estado los más conocidos escritores y talentosos dibujantes de todas las épocas, algunos de ellos Félix Pita Rodríguez, Enrique Labrador Ruiz, Francisco Ichaso, Emilio Roig de Leuchsenring, Félix Lizaso, Mirta Aguirre, Ángel Augier, Samuel Feijóo, Jorge Mañach, Herminio Portell Vilá, Alfonso Hernández Catá, Aurelia Castillo de González, Gustavo Robreño, Luis Amado Blanco, Emilia Bernal, Arturo Alfonso Roselló, Salvador Bueno, Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí), Sergio Cuevas Zequeira, Juan Marinello, Raúl Roa, Fernando Ortiz, José Antonio Fernández de Castro, Manuel Navarro Luna, Mariblanca Sabas Alomá, Rafael Soto Paz, Regino Pedroso, Marta Rojas y Lisandro Otero.

Entre sus jefes de redacción estuvieron, entre otros, Enrique Coll, Rodrigo Cervantes, Ramón Rivera Gollury, Víctor Hugo Tamayo, José A. Giralt, Ramón Rubiera, Andrés Núñez Olano, Luis Gómez Wangüemert y Gerardo del Valle. Como directores artísticos el pintor Antonio Rodríguez Morey y Pedro A. Valer.

La Bohemia actual no ha descansado en los lauros de glorias pasadas, sino que ha evolucionado al compás de los tiempos. Sus últimos empeños han sido recuperar en toda su fuerza lo que ha sido uno de sus sellos distintivos: el trabajo de opinión. Por otro lado, las nuevas tecnologías le han dado la oportunidad de poner a disposición del público una página web (http://www.bohemia.cu/) y acometer un minucioso trabajo de conservación patrimonial de sus fondos que incluye la digitalización de sus archivos con la perspectiva de guardar en ese soporte todas sus publicaciones en el plazo de tres años.

Actualmente la revista es publicada quincenalmente y tiene una tirada oficial de cien mil ejemplares.

(*) Nota publicada en La Jiribilla (http://www.lajiribilla.cu/2008/n366_05/366_26.html)