El proyecto de esta antología que reúne una payada y 34 relatos cortos fue realizado por 24 alumnos de una escuela pública, la de Educación Secundaria Básica (ESB) número 40, ubicada en el asentamiento "La Carcova", en José León Suárez, ubicado en el distrito de San Martín del Gran Buenos Aires.

"Estos relatos son pura literatura o pura crónica periodística. No hay tapujos. Se dicen las cosas como son, o como se sienten, o como se imaginan en una mente que va asomando a la pubertad. Limpia, celeste, dorada como el sol", escribió Bayer en el prólogo de la publicación

El libro se concretó luego que las docentes Miriam Abálsamo y Claudia Szelubsky, les propusieran a los chicos que contaran sus propios cuentos, sus formas de ver el mundo, de divertirse, de pensar, de vivir.

"Cuando comenzamos a construir este trabajo, nuestra intención, como docentes, fue dar sentido al aprendizaje de los conocimientos, especialmente de la lengua y la literatura. (…) Nos pareció que el camino era darles a ellos la posibilidad de que contaran sus propios cuentos, sus formas de ver el mundo, de divertirse, de pensar, de vivir. Creemos que muchas veces, cuando está en manos de algunos, de unos pocos, la palabra se transforma en muro, en frontera”, cuentan en el sitio cuentosdelavilla.blogspot.com.

“Pero si logramos que los callados, los silenciosos, los marginados, se la apropien, entonces tienen el maravilloso poder de crear lazos. Es ahí cuando las palabras son puentes, para que la comunicación rompa el silencio, el aislamiento. Un puente, sabemos, es un camino que sirve para unir dos lugares que, estando muy cerca, pueden verse muy distantes entre sí", agregaron las docentes.