“Una mañana desperté raro porque no quería despertar. Había soñado que me acercaba a la húmeda y desolada habitación donde el Che Guevara esperaba la muerte, con el claro fin de cambiar la historia y su historia. Podía salvar al Che. Ese sueño puso en llamas mi voluntad, y en menos de un año el libro quedó terminado”, relató Sánchez a la ANC.

El periodista y escritor enfatizó que “al Che ni a esta realidad decadente pude modificar con el texto. Al Che, claro, no hace falta, aunque bueno hubiera sido que viviera más para darnos más. En mi libro, uno de tantos hombre comunes que ven su vida en una pendiente, relata en primer persona sus avatares, y ahí me permití contar alguna historia propia, alguna ajena, y desempolvar prosas y versos. Finalmente, el protagonista ignorado por la dicha, experimenta con los sueños para encontrarse con su Che querido. Antes, y sin quererlo, se mete en los sueños que Guevara pudo tener en esa, su última noche”.

Sánchez es redactor de Clarín desde 1996, donde se desempeñó entre otras secciones en Deportes, Política, Internacional y Proyectos Especiales. También trabajó en los diarios La Prensa, Diario Popular, Tiempo Argentino, Cronista Comercial, en la editorial Perfil y fue editor de las revistas culturales La Perinola y Al Margen.