La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) denunció el acoso a que se encuentran sometidos los periodistas colombianos que impulsan el proceso de intercambio humanitario con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en particular Hollman Morris y Jorge Enrique Botero.
En una declaración firmada por el presidente de la FELAP, Juan Carlos Camaño, y el secretario general adjunto, Nelson del Castillo, se establece que Uribe al parecer pretende profundizar la inseguridad en que los periodistas colombianos desempeñan su labor.
A continuación, reproducimos la declaración de la organización continental de los periodistas, fechada el 11 de febrero de 2009:
El Presidente colombiano Álvarez Uribe procede de manera destemplada cuando lanza graves imputaciones contra los periodistas Hollman Morris y Jorge Enrique Botero debido a su presencia en la reciente liberación de retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como resultado de las gestiones encauzadas por la senadora de oposición Piedad Córdoba.
El comportamiento del mandatario colombiano, al parecer producto de su frustración por no haber Hollman Morrisconseguido impedir la liberación unilateral de prisioneros de las FARC, parece dirigirse a profundizar la inseguridad en que los periodistas colombianos desempeñan su labor.
Asombra que en lugar de celebrar la liberación de los detenidos, el Presidente Uribe, azuce a oscuros sectores contra los periodistas Hollman Morris, realizador del programa “Contravía” y corresponsal de Radio Francia Internacional (RFI), y Jorge Enrique Botero, otrora colaborador de Telesur, al tacharlos de “cómplices del terrorismo”, con las implicaciones que esto tiene en una sociedad tan violentamente dividida como la colombiana.
Este comportamiento del Presidente Uribe no parece corresponder a despropósitos aislados, sino a una aparente política concertada desde la cúpula gubernamental, pues no es casualidad que para la misma ocasión los reporteros Leonardo Acevedo y Camilo Raigozo fueran detenidos por el Ejército, que pretendió decomisar su material periodístico.
La FELAP condena tales acciones y denuncia la intención del gobierno de Álvaro Uribe de descalificar la labor de los periodistas por su compromiso político y social a favor de la paz.
A nombre de los 80.000 periodistas latinoamericanos que integran las organizaciones de la FELAP, demandamos un alto a las amenazas oficialistas contra los profesionales de la comunicación en Colombia.
Nota publicada en el portal de la FELAP (www.felap.info)
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