La medida que se inició con un paro en el área de producción, al mediodía, fue adoptada también por distintas secciones hasta alcanzar la totalidad del diario, en decisiones tomadas en las varias asambleas, que expresaron su absoluto rechazo al despido de los 10 trabajadores, resolución que los representantes patronales habían comunicado a la comisión interna de prensa y a la UTPBA el martes, fecha en que concluía el tiempo acordado en el Ministerio de Trabajo para revisar la situación de esos trabajadores.

La empresa se fue negando a desistir de la medida de los despidos a lo largo de una conciliación voluntaria acordada, en diciembre pasado, con el objetivo, para los trabajadores de prensa y la UTPBA, de impedir que se concretaran esas cesantías que incluían a tres delegados, hecho que profundizaba la gravedad de la situación, tal como fue denunciado ante la cartera laboral.

La ausencia de una modificación en la actitud empresaria generó el repudio de las varias asambleas efectuadas ayer, que al mismo tiempo fueron decidiendo diversas acciones que confluyeron en el paro del conjunto del personal, que obligó al compromiso de los dueños del diario de no enviar los telegramas de despidos.

El largo conflicto arrancó en los últimos meses del año, cuando la empresa informó del cierre de distintas áreas, negándose a analizar seriamente, tras el rechazo absoluto de parte de los trabajadores, delegados y la UTPBA, la reubicación del personal que cumplía tareas allí.

Esto generó, primero, una Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio y a su término una Conciliación Voluntaria, que se extendía hasta el 31 de marzo, la que La Nación intentó desconocer cuando aún restaban más de tres meses para que concluyera y agregando al expediente, días después, una lista de 32 despidos, entre los que estaban 3 delegados, electos por los trabajadores de prensa del diario en democráticas elecciones que tuvieron un nivel de participación superior al de las últimas realizadas.

A pesar de que la Conciliación Voluntaria determinaba la imposibilidad de la aplicación de medidas que alteraran la situación que dio origen a su dictado, la empresa procedió a despedir el 4 de marzo a 10 de aquellos 32, que cumplían tareas en una de las oficinas de propiedad de la empresa, ubicada a pocas cuadras del edificio de Bouchard, generando la ocupación del lugar por parte de los afectados, los delegados y la UTPBA, que concluyó cuando el Ministerio determinó que La Nación debía reincorporarlos. Sin embargo la patronal desacató esa resolución.

Luego de esto y de que varios de los restantes 32 trabajadores se retiraran de la empresa, esta no se movió de su negativa de reincorporar a los 10 que quedaban de esa lista original, ratificando brutalmente esa medida el ultimo martes ante los delegados y la UTPBA.

El rechazo absoluto a todo tipo de despidos y la firmeza en la postura de la defensa de todos los puestos de trabajo, rechazando mentirosos argumentos empresarios que referían a una supuesta “crisis”, que se resolvería con 10 despidos, fue la plataforma desde donde ayer los trabajadores tomaron la decisión de parar, como consecuencia de lo cual la patronal asumió el compromiso de no enviar los anunciados 10 telegramas.