La energía solar pasa a través de la atmósfera, llega a la tierra y, en parte se devuelve, en forma de energía infrarroja. Es entonces cuando los gases de invernadero la atrapan y conservan el calor de la radiación infrarroja, la consecuencia es el calentamiento de la atmósfera. Entonces, los cascos polares se derriten y reflejan una menor cantidad de calor, lo que hace que la tierra se caliente aún más, con el consecuente incremento de la evaporación de agua de los océanos, con lo que habrá lluvias torrenciales, inundaciones, huracanes, sequías, y heladas...entre otros desastres. Todo esto no sólo afecta a la tierra, sino que también por supuesto a los todopoderosos seres humanos.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, cinco millones de enfermos y, alrededor de 150 mil muertes anuales son consecuencia de la transformación que se está produciendo en el clima. Enfermedades cardíacas y respiratorias, infecciones y mala nutrición son algunos ejemplos de lo que el clima puede influir en la salud humana.

La OMS estima que para el año 2030 el cambio climático aumentará el riesgo de varios parámetros de salud hasta más del doble. Los principales incrementos se darán en las enfermedades relacionadas con las inundaciones, así como también con la malaria o la diarrea (cólera). Los estudios que han evaluado esta relación se han centrado sobre todo en el fenómeno de El Niño - un calentamiento anómalo a gran escala de las aguas del Pacífico que tiene lugar cada varios años - y se ha detectado que esa situación se asocia con la incidencia de malaria en Sudamérica, el dengue en Tailandia, el síndrome pulmonar por Hantavirus en el suroeste de Estados Unidos, las diarreas infantiles en Perú o el cólera en Bangladesh.

También provocará un aumento elevado en los casos de cálculos renales en los próximos 42 años, así lo informaron investigadores de la Universidad de Texas, Estados Unidos: especialmente por deshidratación orgánica.

A su vez, un estudio de la Universidad de Sydney dice que: “El calentamiento global se está haciendo más evidente ahora, es altamente probable un aumento de niños con enfermedades comunes en las urgencias de los hospitales”, afirma el Dr. Lawrence Lam director de la investigación. El Dr. Lam dice que los niños son más vulnerables a los cambios del clima que una persona adulta porque pueden regular menos su cuerpo con los cambios de temperatura. El mecanismo de regulación térmica del cerebro está menos desarrollado.

Según la revista médica The Lancet y científicos de la Universidad de Londres, refieren al calor como "el asesino silencioso", el mismo que causó la muerte a unas 70.000 personas en Europa en el verano de 2003 y que causa la muerte no registrada de decenas de miles de personas cada año en países del tercer mundo.

La comparación entre ricos y pobres es demoledora, señala el informe que publica The Lancet: "la pérdida de años de vida saludable como consecuencia de un cambio medioambiental global será 500 veces mayor en África que en las naciones europeas, pese a que las naciones africanas contribuyen poco al calentamiento global". Habrá un efecto devastador en la salud de las naciones más pobres, con cosechas disminuidas y consecuentemente alimentos más caros, y con situaciones sanitarias deficientes que derivarán en gastroenteritis y malnutrición.

"Entre un tercio y dos tercios de las especies que hay, hoy en día, en el planeta están en riesgo de extinción en los próximos 30 años" si se mantiene la tendencia actual, dijo Montgomery y puso un énfasis en que el ritmo de calentamiento de la Tierra es el más rápido del que se tiene noticia en los últimos 10.000 años.

Veremos que decisiones de urgencia se toman en la Cumbre de Copenhague, la más grande de la historia sobre el clima, que comenzó ayer con una descarnada advertencia de la ONU sobre el “riesgo de desertificación y el aumento del nivel de los mares”, mientras los anfitriones daneses dijeron que es posible llegar a un acuerdo.

Fuente
Motor de Ideas (Argentina)