La Organización Internacional del Trabajo (OIT) prepara el informe sobre la intensificación de la lucha contra la explotación laboral infantil, para presentar en la Conferencia Internacional en la Haya el próximo mes, y en donde planea poner en evidencia las peores formas de explotación laboral infantil que se producen en el mundo. En un comunicado, la OIT adelantó que el informe presentará también los desafíos que aún persisten para alcanzar el objetivo de eliminar las peores formas de explotación laboral infantil para 2016, objetivo establecido por la OIT en 2006, cuando presentó una evaluación mundial sobre la situación de la explotación laboral infantil. Señala que la explotación laboral infantil es una consecuencia de la pobreza. La III Conferencia mundial sobre explotación laboral infantil de La Haya en mayo próximo la organiza el Ministerio de Asuntos Sociales y del Empleo de los Países Bajos en colaboración con el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC) y en cooperación con el Banco Mundial. El objetivo principal de la Conferencia es fortalecer el movimiento mundial para lograr la ratificación universal de los Convenios relativos a la edad mínima, las peores formas de explotación laboral infantil y para avanzar en los esfuerzos para alcanzar la meta de 2016.

Igualmente, la Conferencia ofrecerá una oportunidad tanto a países como a organizaciones de trabajadores, de empleadores, organizaciones no gubernamentales y otras partes interesadas, para discutir sobre buenas prácticas y lecciones aprendidas en la lucha contra las peores formas de explotación laboral infantil, así como a considerar una “Hoja de Ruta” que describa los pasos concretos para alcanzar la meta de 2016.

LAS PROPUESTAS DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES NATS

Hay la grave contradicción que la Organización Internacional del Trabajo OIT excluya los movimientos sociales NATs del debate sobre esta conferencia mundial. El Movimiento Latinoamericano de Niños, Niñas, Adolescentes Trabajadores MOLACNTS (www.molacnats.org ) ha difundido un comunicado donde subraya que “alzamos la voz como movimiento de NATs organizados en América Latina y el Caribe para protestar por la falta de respeto demostrada por los organizadores de la conferencia de La Haya al no invitarnos -ni siquiera informarnos- a participar ni en la preparación ni en la propia conferencia. El MOLACNATs es un movimiento social que desde hace más de 30 años ha sido un espacio donde las niñas, niños y adolescentes trabajadores se han organizado para llevar a cabo acciones colectivas con el objetivo de la defensa y promoción de los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes, particularmente en la lucha por el reconocimiento social, cultural, político y económico, así como por la dignificación de las condiciones de vida y trabajo de la infancia trabajadora y el reconocimiento de la infancia en general como sujetos y actores sociales de derecho.

Es inaceptable que nosotros, legítimos representantes de las niñas, niños y adolescentes trabajadores organizados de América Latina y el Caribe, hayamos sido ignorados en la convocatoria de esta conferencia puesto que se van a discutir temas que atañen directamente a nuestra realidad. La presencia únicamente de adultos, en su mayoría muy alejados de la realidad de nuestras vidas, confirma una vez más que sigue vigente una mirada adulto-céntrica de las niñas, niños y adolescentes trabajadores y que la participación de la infancia y adolescencia queda sólo en las buenas intenciones y en los documentos jurídicos.

Denunciamos la violación de nuestro derecho de participar como niñas, niños y adolescentes conforme al artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño y, particularmente considerando las observaciones y recomendaciones del Comité de Ginebra sobre la importancia del cumplimiento de este derecho.

Más de 30 años defendiendo como movimiento nuestra firme posición en la lucha y en la denuncia frente a la explotación laboral de millones de niños en el mundo, a la vez que mantenemos nuestro total rechazo a los convenios de la OIT C. 138, sobre la edad mínima para trabajar, y al mismo tiempo reafirmamos nuestras críticas y oposición al convenio182 C. 182, sobre las peores formas de trabajo infantil, y a su programa IPEC:
Ante el C. 138,
 consideramos que la edad mínima para trabajar es discriminatoria y excluyente para los niños que están por debajo de los 14 años. Este convenio condena a la ilegalidad e informalidad y expone gravemente a miles de niñas y niños a la explotación
Ante el C. 182,
 que considera la utilización, el reclutamiento u oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o la utilización de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, como peores formas de trabajo infantil, opinamos que esta situaciones son delitos y una flagrante violación de los derechos humanos de las niñas y los niños. Está claro que nosotros también estamos en contra de todo ello, pero confundirlo con el “trabajo” es operación que produce peligrosas confusiones y se traduce en prácticas que son tan sólo represivas y no de real creación de alternativas liberadoras.

Nuestro movimiento ya se manifestó oportunamente con su presencia en las conferencias preparatorias de Ámsterdam y Oslo (1997) sobre el C.182 alertando sobre las implicaciones negativas que dicho convenio traería para miles de niñas, niños y adolescentes trabajadores, cuya ratificación ha dado lugar al diseño de políticas represivas en algunos de nuestros países, criminalizando la realidad social, cultural y económica de la gran mayoría de nuestras familias. Las permanentes redadas, la persecución y la estigmatización del trabajo de las niñas, niños y adolescentes de sectores populares en países como Colombia, Perú, Paraguay, Guatemala, son claros y lamentables ejemplos de los resultados de todas estas políticas de “mano dura”.

La falta de objetividad de estos organismos internacionales, que continúan negando nuestra dignidad con frases como: “el trabajo infantil es un impedimento para el desarrollo” o “sin erradicar las peores formas de trabajo infantil no se alcanzarán algunos de los principales objetivos del desarrollo del milenio”. Con expresiones de este tipo se pretenden ocultar las verdaderas razones de la crisis económica, social y política que históricamente han vivido nuestros pueblos como resultado del modelo económico neoliberal, que está condenando a millones de niñas, niños y adolescentes a la pobreza, marginación y exclusión. La próxima conferencia de La Haya supone un espacio más donde se refuerzan estas tesis.

Proponemos desde nuestros espacios organizativos, en tanto que niñas, niños y adolescentes trabajadores que conocemos la realidad de la infancia trabajadora en América Latina y el Caribe, aportar y proponer programas de educación y trabajo que servirán para formarnos como productores y ciudadanos.

Exigimos:
 Que se nos reconozca como actores sociales, sujetos políticos y económicos por parte de los organismos internacionales y la sociedad en general. (Que se nos invite sin más dilación a participar en los debates y en la redacción de los textos de la próxima conferencia de La Haya)
 Que se nos tome en cuenta en la elaboración de políticas públicas que nos afectan.
 Que se nos consulte siempre, para que las políticas sociales que se implementen sean integrales y cooperen al desarrollo de nuestras capacidades y habilidades para así superar la situación de exclusión y marginación en que vivimos en muchos países del Sur.
 Que los estados inviertan en educación, salud, alimentación, recreación y en la defensa del medio ambiente, en vez de priorizar el pago de la deuda externa.
 Que se escuchen y se tengan en cuenta nuestras propuestas a favor de una economía solidaria donde se desarrollen relaciones sociales y de producción que no atenten contra la dignidad del ser humano, que protejan el medio ambiente y promuevan la solidaridad de los pueblos.

Hacemos un llamado a las organizaciones de trabajadoras y trabajadores, a las organizaciones campesinas, indígenas, afroamericanas, de estudiantes, de mujeres, de intelectuales, a los gobiernos progresistas del mundo, a ser solidarios con nuestro llamado y a no ser sumisos ante los organismos internacionales y sus pretensiones de control con programas y políticas que, disfrazados de buenas intenciones, no hacen sino reproducir un sistema de explotación de los seres humanos.

Reivindicamos una vez más nuestro reconocimiento como niñas, niños y adolescentes trabajadores para lograr el deseo manifestado por un compañero niño trabajador: “queremos hacer posible la felicidad de una infancia que camina junto con los adultos y con toda la sociedad en general para hacer de este mundo una casa grande al alcance de todos”
¡Sí al trabajo digno, no a la explotación! ¡Sí a la igualdad, no a la discriminación! ¡Sí al trabajo protegido, no al maltrato y al abuso!”, concluye el comunicado del Molacnats lanzado desde el secretariado continental en Barquisimeto (Venezuela) el día 6 de abril del 2010.

NECESIDAD DE UN PENSAMIENTO CRÍTICO Y COMPLEJO

En los últimos tiempos ha crecido de forma exponencial el clima de estigmatización de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, NNATs. Dos ejemplos patentes: 1) las niñas menores de 18 años que trabajan en hogares de terceros, es decir a las que se les llama empleadas domésticas o trabajadoras del hogar; 2) el caso de los niños y niñas que trabajan en el campo como agricultores, así como los NNA de los pueblos indígenas. El discurso que sustenta esta política es denominar a estas actividades laborales como formas modernas de esclavitud. Es decir, al igual que hace siglos cuando en la época de la Colonia se establecieron las servidumbres, las encomiendas.

Ninguna alusión al sistema que genera y hace perdurar esta forma de explotación. ¿Por qué? Hoy la persecución en la ciudad ha devenido en un permanente atentado contra las criaturas que intentan sobrevivir como vendedores, pequeños comerciantes o en pequeños negocios propios, por parte de instituciones que deberían protegerlos en un estado de derecho como el que se dice vivir. Policías, serenazgos, son los últimos eslabones de la cadena de autoritarismo que el sistema económico y social generan para no romper el orden establecido.

En una mirada a futuro todo parece indicar que esta situación no variará sustantivamente, por el contrario, se ha establecido la obligación de contar a todo nivel (nacional, regional, local) con planes de erradicación del mal llamado trabajo infantil. En este escenario la vida cotidiana de los NNATs enfrentará nuevos conflictos, sanciones.

En este escenario debe considerarse que en el mes de mayo de 2010 en La Haya – Holanda, se realizará una Conferencia Mundial sobre el trabajo infantil “Hacia un mundo sin trabajo infantil – Pasos hacia 2016” para definir la hoja de ruta para erradicar el trabajo infantil hasta 2016. El panorama se presenta difícil y sombrío para los NNATs en el país.

La presente Hoja de Análisis y Reflexión (http://www.ifejants.org/analisisyreflexion/) quiere contribuir a realizar un trabajo de esclarecimiento y construir un discurso que reconozca y valore el trabajo infantil por ser un derecho de la persona, de acuerdo a su edad, situación social y al grado de desarrollo de su localidad y región.

La Hoja de Análisis y Reflexión editará de manera regular durante once (11) semanas un pequeño informe que sirva no sólo de información sino que promueva el estudio de la problemática de niños, niñas y adolescentes trabajadores y alcance a quienes están interesados en saber que existen otras formas de ver y de tratar el fenómeno social de los NNATs y que se nutre de una larga historia de los movimientos de NNATs surgidos hace 34 años en el Perú.

Consideramos que es importante formar una corriente de opinión alternativa que dando “una mirada otra” genere un saber político y social sobre una realidad patente en nuestro país: los y las NNATS. Un colectivo de colaboradores y colaboradoras -de Perú, América Latina y Europa- comprometidos con la problemática infantil y adolescente alcanzará sus análisis y reflexiones nutridas en el arte de comprender y enriquecer la opinión del otro, en la perspectiva de construir un mundo más humano y más solidario, donde la inclusión sea auténtica y no un mero discurso, concluye esta primera análisis del Instituto Latinoamericano de Formación IFEJANT de Lima que cuenta con el apoyo de Alejandro Cussianovich, experto a nivel mundial y profesor de la Universidad San Marcos de Lima.

Elizabeth Patiño Durán, Vice-Ministra de la Familia e Juventud del Gobierno de Bolivia (2003-2005) y actualmente coordinadora de la ONG “Terre des Hommes” TDH-Alemania a nivel andino, desde Cochabamba comenta al Observatorio SELVAS que “dentro de unas semanas, se realizará un evento convocado por el gobierno de Holanda para la Asamblea Anual de la OIT, para abordar el muy mal llamado tema “peores formas de trabajo” (que tal como insistimos, no son “peores formas” sino crímenes que debe ser abordados como tales). Una vez más se reunirán entre los que se sienten los "salvadores" del planeta, para decidir por nuestros pueblos. El despliegue (y derroche) de dinero que se da en este tipo de eventos es muy alto, pero - al igual que en anteriores oportunidades - al no estar convocados los actores centrales sobre los que pretender decidir (como son las organizaciones de niños, niñas y adolescentes trabajadores), todos los acuerdos que puedan emitir volverán a ser desencajados de la realidad. Y al intentar ser aplicados - también con sumas cuantiosas de dinero - volverán a fracasar, tal como ya lo hemos visto con los famosos planes de erradicación de trabajo infantil que la OIT ha impuesto en nuestros países. Por ello, será muy importante que los representantes de gobiernos alternativos, como son los de Ecuador, Bolivia, Paraguay, con un profundo sentido de inclusión y justicia, puedan exponer sus criterios exigiendo a la OIT y UNICEF, el respeto por la soberanía de cada país y profundo reconocimiento por la diversidad cultural que enriquece a nuestros países latinoamericanos y más cuando se está en proceso de construir un nuevo paradigma: EL BUEN VIVIR”.

EL EJEMPLO DE DIALOGO DEL PRESIDENTE CORREA

73 betuneros -entre niños y adultos- que ejercen su oficio en los alrededores de la Plaza Grande de Quito, fueron invitados por el presidente Rafael Correa, a compartir un almuerzo con él, el lunes 13 de abril. Kevin Caracas, de 12 años de edad, quien se dedica a betunar zapatos y se reunió con el Primer Mandatario, ve como positiva cualquier propuesta, pues “el trabajo que realizamos en la calle es duro y sacrificado, ya que hay mucha competencia; la gente no valora nuestro trabajo y muchas veces ni nos pagan”, se quejó. El niño también pidió que les ayuden con parasoles porque trabajan bajo sol y lluvia. “También quisiéramos un banco para lustrar mejor los zapatos”, concluyó.

Ante los pedidos de los lustrabotas, Correa declaró que el precio del servicio de betunado sería de US$ 0,50 centavos. Es decir, US$ 20 centavos más de lo que cobran actualmente. Los pequeños trabajadores pidieron que se legalice su trabajo como betuneros ya que lo necesitan para aportar en sus hogares destaca El Comercio en su edición del 14 de abril.

Al respecto, María de Lourdes Portaluppi, subsecretaria de Protección Familiar del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), indicó que desde el 2007 están trabajando con el colectivo.

El objetivo de la institución en el 2010 es “erradicar el trabajo infantil peligroso de las calles y que los menores de edad retomen sus estudios”.
Para lograr aquello, la funcionaria explicó que identificarán las necesidades sanitarias a través de un carné que entregará el Ministerio de Salud Pública (MSP) para controlar las vacunas, nutrición y desarrollo de los chicos.
La funcionaria añadió que en el área de educación la cartera de Estado y el Instituto de la Niñez y la Familia (INNFA) están entregando becas de US$ 70 para educación básica y US$ 90 para estudios universitarios. Portaluppi resaltó que los niños y jóvenes lustradores deben inscribirse en centros educativos fiscales en donde son gratuitos los estudios, uniformes y alimentación.

“Las becas son para compensar algunos rubros y para que la madre no mande a trabajar al niño. Las ayudas serán temporalmente, ya que se hace un seguimiento a las familias”, señaló al diario El Telégrafo en su edición del 17 de abril.

La ministra de Inclusión Económica y Social (MIES), Ximena Ponce León, en declaraciones para EL CIUDADANO, dijo que tras el almuerzo que el Presidente de la República, Rafael Correa Delgado, ofreció a los betuneros de la Plaza Grande de Quito, la tarde del lunes 12 de abril, se comenzaron a definir acciones con el Ministerio de Educación y el Municipio capitalino para planificar las acciones a adoptar en favor de los niños y adultos betuneros. “Conversamos con Augusto Barrera y la ministra de Educación para ver programas específicos con Quito, entonces quedamos en coordinarnos, con la ministra Vidal, en el Gabinete y con el Alcalde, la próxima semana”, comentó la ministra.

“Hay que lograr la asociatividad de los chicos y presentar alguna propuesta al mismo MIES que tenemos ese financiamiento y también el asunto de becas escolares para que algunos chicos puedan regresar a estudiar el bachillerato, pero tienen que retornar en condiciones especiales porque ya son jóvenes que están fuera de la edad escolar, entonces eso es lo que hay que planificar con el ministerio de Educación”, finalizó la titular del MIES.

PARA NO CONCLUIR

En una reciente publicación de UNICEF a nivel regional, se subraya que “los niños tienen su propia perspectiva sobre el trabajo y esta puede ofrecer muy pocos puntos en común con los programas oficiales. (...) Los menores trabajadores pueden convertirse a menudo en los mejores portavoces de sus propios intereses. Hay más organizaciones establecidas por los menores trabajadores, que exigen una mejora en las condiciones laborales y en algunos casos defienden su derecho al trabajo.

En América Latina, los grupos organizados de menores que trabajan son cada vez más protagonistas de sus propios derechos. (...) La mera posibilidad de organizarse entre ellos para abordar su situación puede tener enormes repercusiones sobre el crecimiento y la auto confianza de los niños que trabajan. Al mismo tiempo, sus prioridades pueden entrar en conflicto con las metas oficiales, que hacen hincapié en la edad mínima necesaria para trabajar y la asistencia obligatoria a la escuela. Es importante que las autoridades locales no respondan de una forma intransigente, sino que colaboren muy estrechamente con las organizaciones infantiles para llegar a un consenso y formular programas y soluciones que sean compatibles con los mejores intereses a largo plazo de los niños y con su deseo de libre determinación [1]”.

La apertura al diálogo y el fuerte compromiso social que caracterizan los Gobiernos de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Paraguay, demuestran un reconocimiento a la libre determinación de los sectores excluidos como son los Niños, Niñas, Adolescentes Trabajadores Organizados, como afirma UNICEF; la Organización Internacional del Trabajo OIT todavía tiene mucho que aprender…

[1Ciudades para la niñez – Los derechos de la infancia, la pobreza y la administración urbana. UNICEF 2004