Señor presidente del Gobierno español
Señor presidente de la comisión y presidente del Consejo de Europa:

Creo que hay que destacar el espíritu de la gran cumbre entre Unión Europea, América Latina y el Caribe, que ha sido un espíritu de entusiasmo y optimismo ante los problemas sucitados por la crisis económica, y vemos con satisfacción que cada vez hay más convicción y fe en que la integración de nuestras economías es el verdadero camino para superar los problemas que se plantean al empleo, a la inversión y al crecimiento.

En esta oportunidad, América Latina se plantea como un objetivo sano y sostenible de inversión y colaboración con Europa con características mejor que los que puede ofrecer el bloque asiático y el bloque norteamericano.

En nuestro encuentro entre la Unión Europea y la Comunidad Andina se ha reflejado ese espíritu y, además, hemos recogido los avances de lo que se va logrando. En cuanto al tema de la lucha contra las drogas, es importante decir que tenemos acuerdos concretos como elevar el nivel de diálogo que antes estaba reservado sólo a expertos y estudiosos y ahora debe fortalecerse con la presencia de los actores políticos con capacidad de decisión para una mayor velocidad en la lucha contra este flagelo.

Saludamos el impulso que Europa ha dado dentro del G20 a la lucha contra los paraísos fiscales y nosotros aportamos desde nuestros países la lucha contra el lavado de activos de los narcotraficantes; pero también saludamos que los recursos que la Comisión aporta a la lucha contra las drogas se hayan elevado hasta el momento señalado por el señor Durao Barroso, pero en el caso del Perú desde 8 millones de euros hasta 36 millones de euros, lo que significa casi haber cuadruplicado el aporte que seguramente continuará creciendo.

En cuanto al tema del medio ambiente, también hemos acordado fortalecer nuestras posiciones comunes y coincidentes para llegar a la cita de Cancún y hacer que esta sea una cita con resultados concretos y una cita positiva para los pueblos del mundo.

Quisiera destacar el punto de vista del presidente de Ecuador, que el Perú apoya, en cuanto a una nueva concepción de defensa del medio ambiente que es, por ejemplo, que los combustibles fósiles contaminantes puedan quedar bajo tierra a cambio de compensaciones por parte de los demás pueblos. Esto que parecía primero una ilusión se va convirtiendo poco a poco en algo concreto. Los grandes países de la tierra compensan a los pueblos que dejan de producir armas nucleares, los grandes países de la tierra compensan y ayudan a los países que garantiza la paz. Con más razón deberíamos todos compensar a quienes sacrifican una ganancia inmediata, sacar el petróleo y con ello crear mayores problemas medio ambientales. Apoyamos pues el punto de vista que el presidente Correa ha planteado, creo que merece una discusión mucho más seria y mucho más de futuro en relación a la importancia que este nuevo concepto tiene.

En cuanto a un tema muy concreto, que también nos reúne, el día de hoy dos países de la Comunidad suscribirán el término de las negociaciones de la Unión Europea de sus acuerdos comerciales que son acuerdos integrales, no solamente de intercambio de bienes, sino acuerdos que involucran aspectos laborales que evitan la explotación de los trabajadores, cuestiones medio ambientales para preservar nuestro mundo y derechos humanos como condición básica para que pueda cumplirse eficazmente el acuerdo comercial.

Creo que de esta manera vamos encaminando al mundo en torno a coincidencias importantes. Ha quedado atrás el viejo concepto de la agudización de las contradicciones que iluminaba a los revolucionarios de antes, ahora la verdadera revolución es la concentración de las coincidencias y el camino acumulativo y progresivo.

Quisiera terminar haciendo una invocación al señor presidente del Gobierno español y a los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo sobre un tema fundamental. Si de verdad queremos ayudar a los pueblos que caminan hacia el desarrollo, ayudemos a la paz de los pueblos que caminan hacia el desarrollo y eso significa que es un compromiso que deberían asumir los pueblos más desarrollados de este encuentro delimitar sus ventas de armas a los países empobrecidos y que luchan por caminar hacia la justicia y los pueblos que luchan por abrir su camino en el desarrollo, deberían también comprometerse a limitar sus compras de armas.

Si lográramos entre Europa, la culta, la civilizada, la cartesiana, la descendiente de Easmo y Lutero, un acuerdo con esta América de viejas culturas que tienen su camino hacia el progreso, un acuerdo que nos permitiera limitar la compra y la venta de armas, estaríamos impulsando no sólo que más fondos vayan a luchar en favor del medio ambiente, la educación y el desarrollo, sino también estaríamos preservando la paz, que es uno de los objetivos fundamentales para los que nació la Unión Europea y que esperemos nosotros trasladar en toda su importancia hacia nuestro continente.

Saludamos pues esta nueva reunión y estamos seguros que se ha logrado saludables, constructivos y acumulativos acuerdos. Gracias.