El general Gabi Ashkenazi, jefe del Estado Mayor israelí, en una reunión de los jefes de Estados Mayores del Dialogo Mediterráneo en el cuartel general de la OTAN el 26 de enero de 2010.

«Diálogo mediterráneo». Así se nombra la operación de la OTAN en la que participan las fuerzas navales de 7 países no pertenecientes a la alianza atlántica con el objetivo de «contribuir a la seguridad y la estabilidad de la región». Y la que más contribuye es precisamente la marina de guerra israelí, cuyos miembros acaban de perpetrar una masacre de pacifistas al realizar contra estos un ataque de carácter terrorista en aguas internacionales.

La marina de guerra de Israel, al igual que las otras ramas de las fuerzas armadas israelíes, está cada vez más integrada a las estructuras de la OTAN. En noviembre último, durante la visita del almirante Di Paola, presidente del Comité Militar Aliado, se decidió que este año una unidad balística israelí participe también en la operación de la OTAN denominada «Active Endeavor», cuya misión consiste en «proteger el Mediterráneo contra actividades terroristas».

Al igual que otras operaciones conjuntas, las operaciones anteriormente mencionadas forman parte del «Programa de Cooperación Individual» con Israel ratificado por la OTAN el 2 de diciembre de 2008, precisamente unas 3 semanas antes del ataque israelí contra Gaza.

Dicho programa de cooperación incluye una amplia gama de sectores en los que «la OTAN e Israel cooperan plenamente», como contraterrorismo –lo cual incluye el intercambio de información entre los servicios de inteligencia–, conexión de Israel al sistema electrónico de la OTAN, cooperación en el sector del armamento, aumento de las maniobras militares conjuntas y ampliación de la cooperación contra la proliferación nuclear (sin tener en cuenta que Israel, única potencia nuclear de la región, se niega a firmar el Tratado de No Proliferación y acaba de rechazar la proposición de la ONU de celebrar una conferencia por la desnuclearización del Medio Oriente).

Resulta por lo tanto increíble que la OTAN, en particular Estados Unidos como país líder de dicha alianza militar, no estuviese al tanto de que la operación naval de Israel incluía disparar sobre los pacifistas.

El «profundo pesar por la pérdida de vidas humanas» que expresó la Casa Blanca, que asegura además querer «comprender las circunstancias que rodean esta tragedia», suenan por lo tanto a simple hipocresía. Lo mismo sucede con la declaración del ministro [italiano] de Relaciones Exteriores, Frattini, cuando afirma que «Israel debe dar explicaciones a la comunidad internacional». Que nos explique Frattini, mientras tanto, por dónde anda la cooperación militar entre Italia e Israel, estipulada en la Ley número 94 del 17 de mayo de 2005, ley cuyo principal artífice es el propio Frattini.

La cooperación entre los ministerios de Defensa y las fuerzas armadas de los dos países implica la importación, la exportación y tránsito de equipamiento militar, la organización de las fuerzas armadas, su formación y entrenamiento. A dichos efectos se prevén reuniones de los ministros de Defensa y los comandantes en jefe de los dos países, intercambio de experiencias entre los expertos, organización de actividades de entrenamiento y maniobras.

En ese marco, la Marina de Guerra italiana condujo en 2005 la flota que realizó en el Mar Rojo la primera maniobra naval conjunta OTAN-Israel.
¿Quién sabe si esa maniobra incluyó ejercicios de asalto contra barcos de pacifistas desarmados?

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Sobre la integración de facto de Israel en las estructuras de la OTAN, ver «Israel, el miembro número veintinueve de la OTAN global», por Rick Rozoff, Red Voltaire, 24 de febrero de 2010.

Fuente: Il Manifesto (Italia).
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la traducción al francés realizada por Marie-Ange Patrizio.