por CPC Luis Alberto Latínez Carpio*; luislatinezcarpio@yahoo.com

13-7-2011

Desde el 5-4-1992 (autogolpe de Estado de Fujimori) hasta la fecha, con excepción del período 2007-2009, los distintos Consejos Directivos del Colegio de Contadores Públicos de Lima (CCPL), nunca se pronunciaron ni asumieron la Defensa de la profesión contable, razón por la cual el campo privativo del contador ha sido invadido por otras profesiones liberales. Así tenemos, que las auditorías distintas a la auditoría contable-financiera pueden ser realizadas por profesionales ajenos a la profesión contable; las finanzas están a cargo de economistas; en el peritaje contable sólo nos dan casos de intereses, etc.

El caso de la auditoría es de extrema gravedad, pues hasta matemáticos, enfermeros, psicólogos, abogados, etc., son jefes de la Oficina de Auditoría Interna (mal denominada Oficinas de Control Institucional).

Como sabemos, el auditor no se forma de un día para otro, sino son largos años de estudios y de experiencia profesional. El auditor primero, se prepara en la Facultad de Contabilidad, pues su currícula incluye varios cursos de la especialidad de auditoría. Luego en el trabajo desarrollado en las sociedades de auditoría, que es donde inician sus labores, muchas veces siendo estudiantes de Contabilidad, van adquiriendo experiencia. Paralelamente a la experiencia adquirida, el personal de auditoría es capacitado en la misma sociedad de auditoría y/o en centros de capacitación especializados.

Luego de esta experiencia adquirida, el auditor, ya titulado, asume responsabilidad como jefes de la Oficina de Auditoría Interna tanto en el sector público, como en el sector privado.

¿Qué ha sucedido en nuestro país?

En nuestro país en el sector público, se ha desconocido la Auditoría como especialidad del Contador, pues se han designado Jefes de las Oficinas de Control Institucional (OCI) a profesionales ajenos a la Contabilidad.

Está deficiencia se inicio en la década de los 90, cuando en la gestión del Contralor -Víctor Caso Lay, se emitió una Resolución de Contraloría mediante el cual se especificaba que los Jefes de las Oficinas de Auditoría Interna podrían ser personas que sean titulados en cualquier profesión liberal. Hasta antes de ese cambio existía una Resolución de Contraloría que precisaba que los Jefes de las Oficinas de Auditoría Interna tenían que ser Contadores Públicos Colegiados.

Está situación de la especialidad de Auditoría continúo durante la gestión de la Contralora -Carmen Higaona. Estos dos (2) contralores fueron denunciados ante el Poder Judicial por irregularidades en su gestión y por complicidad con la corrupción fujimontesinista.

Pero fue durante la gestión del Contralor -Genaro Matute, que se agravó la situación de la especialidad de auditoría, pues en el año 2003 se convocó a un concurso para ocupar plazas de Jefes de Auditoría Interna, ingresando en su gran mayoría profesionales ajenos a la profesión contable. Después que ingresaron, los capacitaron durante tres (3) meses, dictándoles el Curso Básico de Control. Una vez que terminaron el curso procedieron a designarlos Jefes de Oficina de Control Institucional, con los resultados ya conocidos.

Esperábamos que el actual Contralor, CPC Fuad Khoury Zarzar, corrigiera estas graves deficiencias, pero nos equivocamos, porque la labor de la Contraloría General de la República (CGR) continúa siendo ineficiente, sino veamos todos los faenones del Gobierno que concluye su mandato el 28-07-11, donde la CGR ni siquiera a intervenido.

Debo recordarle a la ciudadanía que fue durante la gestión del Consejo Directivo del Colegio de Contadores Público de Lima (CCPL) 2007-2009, que me honré en presidir, que hicimos una campaña para que el próximo Contralor sea un Contador Público Colegiado (CPC), logrando nuestro objetivo. Más bien, la Junta de Decanos de los Colegios de Contadores Públicos del Perú y los Colegios de Contadores Regionales, incluido el CCPL, debieron efectuar un seguimiento a la labor desarrollada por el Contralor, CPC Fuad Khoury Zarzar, por ser un agremiado, para que dinamice la CGR y lidere la lucha contra la corrupción.

¿Cuáles fueron los resultados?

Debemos tener presente, que una de las funciones fundamentales de la Contraloría General de la República (CGR) es luchar contra la corrupción. Las oficinas de Auditoría Interna (mal denominada OCI) forman parte del Sistema Nacional de Control, cuya cabeza es la CGR

Al designarse personas sin experiencia ni conocimiento de auditoría, se minimizó al accionar de las Oficinas de Control Institucional, siendo nula la lucha contra la corrupción. De igual manera se debilitaron los controles internos y bajo la productividad.

Actualmente, sin desmerecer a las otras profesiones liberales, hay como Jefes de OCI matemáticos, enfermeros, psicólogos, médicos, etc.

En conclusión está demostrada la INEFICIENCIA de la CGR en los últimos 19 años, pues en lugar de disminuir la corrupción, se incrementó sideralmente. En el gobierno de Fujimori la corrupción llegó a su clímax, debido a que los jefes de la mafia fueron Fujimori y Montesinos. Los gobiernos democráticos de Toledo y García, no hicieron nada por erradicar o disminuir la corrupción, y más bien tuvieron sus propios actos de corrupción.

PROPUESTAS

Teniendo en cuenta la ineficiencia de la CGR en su lucha contra la corrupción, deberá adoptarse las siguientes medidas correctivas:

1.- La Contraloría General de la República deberá corregir sus deficiencias que conllevan a un casi nulo e ineficaz resultado, para mejorar el Sistema Nacional de Control, como instrumento de lucha contra la corrupción.

2. Que se emita una Resolución de Contraloría, donde se especifique que los Jefes de
Auditoría Interna sean Contadores Públicos Colegiados con amplia experiencia en
auditoría.
De esta manera, se estaría respetando el campo privativo del Contador, porque no se
puede continuar designando Jefe de Auditoría Interna a personas cuya profesión liberal es ajena al quehacer del Auditor. Esta nefasta experiencia, que se está aplicando desde la década del 90 hasta la fecha, ha traído como consecuencia el nulo accionar de los organismos de control interno para erradicar la corrupción.

3.- Siendo las acciones de control multidisciplinario (participación de otras profesiones
liberales), deberá designarse Comisiones que ejecuten acciones de control, como era
antes de la Dictadura de Fujimori, presidida por un CPC con experiencia en auditoría.

4.- De acuerdo a la Ley aprobada en el Congreso de la República, la CGR tiene capacidad sancionadora, razón por la cual deberá proceder de inmediato a sancionar a los funcionarios comprometidos con actos de corrupción. Además, deberá tener una base de datos de los funcionarios sancionados administrativa y penalmente, para impedir que vuelvan a trabajar en las Instituciones del Estado.

Como la corrupción es una lacra de nuestra sociedad, que debe afrontarse en diversos niveles, paralelamente se deberá, entre otros:

1.- Establecer un nivel de coordinación entre la CGR, la Procuraduría Anticorrupción, la
Fiscalía Anticorrupción, el Poder Judicial y la Comisión de Fiscalización del Poder
Legislativo, para que elaboren un PLAN DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN.

2.- Fortalecer la Procuraduría Anticorrupción.

3.- Eliminar el denominado “Zar Anticorrupción” designado por el Poder Ejecutivo, por su inoperancia en la lucha contra la corrupción. Ahí tenemos los casos de Martin Belaunde y Genaro Matute.

4.- La Comisión de Fiscalización del Poder Legislativo, deberá cumplir con evaluar el
accionar de la CGR, para adoptar las medidas correctivas del caso. Esta atribución de la Comisión de Fiscalización, ha sido deficiente desde 1995 hasta la fecha.

Por último, el Presidente electo, Sr. Ollanta Humala Tasso, en cumplimiento de su compromiso de luchar contra la corrupción, siendo uno de los motivos por lo cual fue elegido, deberá liderar esta campaña para erradicar la corrupción.

* Asesor y consultor de empresas, Ex jefe de la SUNAT y Past Decano del Colegio de
Contadores Públicos de Lima 2007-2009