El presidente ucraniano Viktor Yanukovich hizo ante la prensa una declaración de 10 minutos en la ciudad rusa de Rostov del Don, el 11 de marzo de 2014. Yanukovich no respondió preguntas de los periodistas presentes.

Después de recordar en su declaración que él sigue siendo el único representante legal de su país y el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, el señor Yanukovich denunció un golpe de Estado.

«Hombres encapuchados (…) patrullan las ciudades, gana terreno la anarquía de la que el pueblo ucraniano es víctima. Destituyen a los altos oficiales del ejército, quienes se oponen al uso de las fuerzas armadas ucranianas contra los civiles en el sudeste del país. ¡Reflexionen! Quieren poner el ejército bajo el estandarte de Bandera [1] y desatar una guerra civil», declaró Yanukovich.

Seguidamente declaró ilegal la elección presidencial convocada para el 25 de mayo pero no se pronunció sobre el referéndum de autodeterminación convocado por el parlamento local en Crimea.

Dirigiéndose a Estados Unidos, Yanukovich señaló que «la legislación estadounidense prohíbe prestar ayuda financiera al gobierno de cualquier Estado cuyo legítimo presidente haya sido derrocado por un golpe de Estado armado o mediante cualquier otro acto ilegal. Me dirigiré al Congreso, al Senado y a la Corte Suprema para exigir una evaluación jurídica sobre los actos del gobierno de ese país. Según sus propias leyes, ustedes no están autorizados a dar dinero a los bandidos».

Fuentes rusas afirman que el presidente Yanukovich sufrió un accidente cardiaco durante el transcurso de la semana.

[1Colaborador de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. NdlR.