La torpeza de la Comisión encargada de elegir a los presidentes de los reguladores es impresionante. La preside un señor Felices Saavedra, aunque el asunto es más bien triste. El huaico, inundaciones y desgracias, también han caído duro en el desempeño mediocre de esta entidad, tal como describiremos a continuación. Y todo esto amerita, categórica y firmemente ¡que se anulen los concursos con dedicatoria, nombre y apellidos!
De fuente impecable sabemos de los últimos y graves desatinos respecto a lo ocurrido entre el jueves 23 y viernes 24, en relación a la prueba escrita y la entrega del ensayo correspondiente, que se encargó evaluar a la Universidad Católica del Perú. Leamos el fatídico rosario.
1 Absurdo secretismo
Aunque equivocados en los resultados, especialmente en cuanto a OSITRAN, por lo menos la Comisión venía informando a la ciudadanía sobre cómo iban sucediéndose los concursos para seleccionar las ternas respectivas a presentarse al primer ministro y al presidente de la República. La malhadada Comisión optó por el ocultamiento de quiénes habían superado esta etapa. Los que seguían en carrera, fueron informados únicamente por teléfono de cuándo pasarían a la prueba psicológica.
2 ¡Se zurraron en ensayos!
Enterado un postulante que había sido eliminado del concurso, se apersonó ante los integrantes de la sub comisión evaluadora de la PUCP, para conocer las razones de su inesperada desaprobación, tanto al examen escrito como a su ensayo presentado. Dándose con la increíble sorpresa que ¡ningún ensayo de cada uno de los cuatro postulantes a los reguladores había sido calificado en la evaluación para pasar a la prueba sicológica!
Informada la Comisión, entró en crisis y ordenó suspender las pruebas psicológicas, encargando a la misma PUCP la penosa y vergonzosa tarea, con cada uno de los postulantes, antes llamados telefónicamente. Todo esto el viernes 24.
3 ¿Qué tiene que ver Contraloría?
Demostrando, una vez más, su poco conocimiento de la gestión pública, orfandad de temple ante tan grave situación y sus desacertadas decisiones a lo largo de estos desprestigiados concursos, la Comisión decide encargar a la Contraloría la evaluación de los ensayos dejados de considerar por la PUCP, para determinar qué postulantes continuarían en carrera.
Así como se ha hecho con el tema aún no resuelto de Chinchero, en el que incluso la Contraloría acaba de cambiar al jefe de la comisión auditora por evidente conflicto de intereses, dado su acercamiento con la gestión saliente del OSITRAN -algo por lo que debería responder Williams Cotrina, responsable al interior de la CGR de su designación-, ahora de nuevo, pero desatinadamente el Ejecutivo, a través de esta inexperta y nada eficiente Comisión, involucra a la entidad contralora en un tema que, ni por asomo, es de su competencia.
¡Urgente anulación!
La Comisión ha hecho un pésimo trabajo en la evaluación de los postulantes a OSITRAN, dejando en carrera a personajes con graves cuestionamientos que van desde denuncias nada usuales en la administración pública como Hurto Agravado por parte de Virginia Nakagawa; Exposición de Personas al Peligro, por parte de Ernesto López; y, un ex asesor de Hernán Garrido Lecca, investigado ahora en Sao Paulo, Brasil, por el caso Lava Jato, como Saavedra Barrantes.
Sumado a lo que acabo de consignar, reiteramos, información recibida de buenísima fuente, que en todo caso, la Comisión debiera atreverse a desmentir, que no se entiende por qué razón no interviene de una vez Zavala Lombardi, anulando estos malhadados concursos, reconforma la Comisión y los vuelve a lanzar, con todas las garantías no tomadas en los actuales, para tranquilidad de la ciudadanía y del país entero.
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