El gobierno de la Federación Rusa estableció por decreto las vías de pago de las empresas rusas a ‎entidades extranjeras. ‎

La primera medida del gobierno ruso ha consistido en establecer una lista de «Estados hostiles»:
Albania, Andorra, Anguila, Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Gibraltar, Islas ‎Vírgenes Británicas, Islandia, Japón, Jersey, Liechtenstein, Macedonia del Norte, Micronesia, ‎Mónaco, Montenegro, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, San Marino, Singapur, Suiza, ‎Taiwán, Ucrania y la Unión Europea. ‎

La segunda ha sido indicar a los bancos rusos que abran cuentas a nombre de las empresas ‎extranjeras, aprovisionar esas cuentas en dólares según la tasa oficial de cambio rusa y finalmente ‎indicar a las empresas extranjeras que pueden retirar ese dinero… si sus gobiernos les permiten ‎hacerlo. ‎