Para poder mantener su propio embargo contra la compra de hidrocarburos rusos, la Unión Europea ideó en junio un sistema de almacenamiento y repartición del combustible ya disponible en los países a los que otorgó una dispensa para seguir comprando combustible a Rusia.
Durante los 3 primeros meses del conflicto en Ucrania, la Unión Europea compró a Rusia 57 000 millones de dólares de petróleo, de gas y de carbón. Actualmente sólo la República Checa y Hungría siguen comprando combustible a Rusia.
Hungría, país que rechaza la interpretación impuesta a los demás miembros de la UE sobre la guerra en Ucrania, se negó a aplicar el embargo, obtuvo una dispensa concedida por la Unión Europea y ahora se niega a compartir con los otros países miembros el gas que compra a Rusia, por cierto a precios preferenciales gracias a un acuerdo que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ya había logrado obtener gracias a sus buenas relaciones con Moscú.
Por su parte, al referirse al arreglo que la UE ha querido imponer a Hungría para obligarla a compartir el gas ruso que ese país sigue comprando, el ministro húngaro de Exteriores, Peter Szijjerte, comparó esa imposición europea a la organización de la economía soviética.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter