La realización de la Copa del Mundo de fútbol se atribuyó a Qatar, precisamente el país que está financiando la Hermandad Musulmana y por consiguiente el terrorismo. No es su capacidad en materia de hidrocarburos sino su estatus de país que financia el yihadismo lo que le vale a Qatar haber sido proclamado por el presidente Joe Biden como «el mayor aliado de Estados Unidos fuera de la OTAN».
La Copa del Mundo que la FIFA está celebrando en Qatar esconde una trágica realidad sobre la cual la corriente político-mediática dominante mantiene un profundo silencio.
Está, en primer lugar, el hecho mismo que sea precisamente ese emirato del Golfo el país escogido por la FIFA para organizar la Copa del Mundo. La FIFA, la Federación Internacional de Fútbol Asociación, es profundamente corrupta, tanto que sus altos dirigentes han sido arrestados por haber cometido fraudes, tráfico de influencias y lavado de dinero. Así que nadie puede sorprenderse al ver la FIFA, después de haber escogido Qatar como sede de su principal evento, haya expulsado a Rusia del Mundial.
Esta Copa del Mundo es la más costosa de la historia. Qatar ha gastado en ella 220 000 millones de dólares –en 2006, Alemania gastó 4 000 millones en la organización de ese evento.
Qatar, un pequeño emirato de 3 millones de habitantes –con 2 millones de inmigrantes que constituyen el 95% de su fuerza de trabajo–, empleó en la construcción de los estadios y las infraestructuras de la Copa del Mundo trabajadores inmigrantes reclutados en Nepal, Bangladesh y otros países asiáticos.
Atraídos con falsas promesas, esos inmigrantes fueron sometidos en Qatar a una explotación de tipo esclavista. Sus pasaportes les fueron confiscados para impedir que pudiesen abandonar el emirato. Tuvieron que trabajar según horarios inhumanos, en condiciones peligrosas, bajo temperaturas de entre 40 o 50 grados y por salarios muy inferiores a lo que les habían prometido. Tuvieron que vivir en tugurios con condiciones de higiene sencillamente desastrosas. Hay pruebas de que alrededor de 15 000 de esos trabajadores murieron por diferentes causas pero esas muertas siempre fueron oficialmente atribuidas a “causas naturales”, lo cual permitido negar a sus familias todo tipo de indemnización.
Pero la “comunidad internacional” prefiere ignorar todo eso porque Qatar, donde se violan los derechos humanos más elementales, ha sido designado por el presidente estadounidense Joe Biden como el «mayor aliado de Estados Unidos fuera de la OTAN».
La base aérea de Al Udeid, en Qatar, es la mayor base militar de Estados Unidos en todo el Medio Oriente. En esa base están desplegados, entre otros medios estadounidenses, varios bombarderos estratégicos de ataque nuclear. Italia, país que envió a Qatar más de 600 militares para vigilar los estadios donde se desarrolla la Copa del Mundo, también tiene importantes acuerdos militares con Qatar y le vende helicópteros de guerra y otros tipos de armamento.
Este trabajo resumen brevemente la revista de la prensa internacional Grandangolo Pangea del canal de televisión italiano Byoblu, transmitida el 25 de noviembre de 2022.
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