Dime con quien andas y té, dice el viejo adagio popular. Y le viene como anillo al dedo a los sectores de la oposición venezolana que han tenido la poca inteligencia de seguir los consejos de la extrema derecha del exilio cubano, un exilio que por mas de 40 años no ha cosechado mas que fracasos en sus reiterados intentos por desalojar del poder a Fidel Castro.

Para nadie es un secreto que desde que comenzaron los planes desestabilizadores de la llamada "Coordinadora Democrática" contra el gobierno legal, legítimo y constitucional del presidente Hugo Chávez - hay que decirlo así porque así es- los dirigentes de la oposición se buscaron como aliados, tanto en Caracas como en Miami a conocidos cubanos exilados. Estos fueron los que fungieron de "consejeros" y pusieron a la disposición de los venezolanos sus relaciones en Estados Unidos, tanto en el mundo de los medios de comunicación como en el Congreso de los Estados Unidos y en el Departamento de Estado, donde ya estaba muy bien situado entonces, como Sub Secretario de esa dependencia el cubano de triste historia y figura, Otto Reich.

No hay que ser un experto en el campo de la propaganda para darse cuenta de que aun antes del fracasado intento de Golpe de Estado contra el mandatario venezolano, ya existía todo un montaje mediático del cual formaban parte la totalidad de los periódicos, revistas y cadenas nacionales de la televisión de Venezuela, todos ellos complotados para ofrecer las noticias a su manera sin él más mínimo respeto por la verdad y por la imparcialidad periodística. Esos medios, todos lo sabemos, son propiedad de los poderosos consorcios económicos que controlan las más grandes empresas de ese país.

En esos órganos de comunicación de Venezuela asoman la oreja mas de un cubano exilado en ese país. Especialmente en la televisión y mucho mas en el llamado "Grupo Cisneros" cuya cabeza principal es el magnate Gustavo Cisneros, el soberbio y arrogante propietario de Venevisión y accionista de primer orden de la más grande cadena hispana de la televisión de Estados Unidos, Univisión.

¿Quién no sabe del control e influencia que tiene la derecha cubana de Miami en la Cadena Univisión? Con solo ver los noticieros del canal 23 y de la manera que se reportan las noticias de Venezuela por el noticiero que dirige el mejicanito Jorge Ramos, nos basta para darnos perfecta cuenta de que esa empresa forma parte de la gran conjura mediática que se ha montado contra el Presidente Hugo Chávez.

De esa campaña distorsionadora de la realidad venezolana forma parte como órgano de vanguardia el Miami Herald, tanto en su edición en inglés como la que se edita en español. La mano de la derecha cubana de Miami está tan presente en el Herald que ni ellos mismo serían capaces de negarlo.

¿Hay que repetir lo que todo el mundo sabe, que todas las emisoras de la radio en español de Miami con la honrada excepción de esta Unión Radio, están también en el gran complot publicitario que se ha montado contra Chávez?

Y como si no bastara con la propaganda en la radio, la prensa y la televisión, así como las relaciones e influencias en Washington, ahora hasta organizan mítines y movilizaciones en la calle ocho a la imagen y semejanza de las que han organizado los cubanos de la derecha por mas de 40 años. Y todo en vano.

No demuestran mucha inteligencia política estos venezolanos anti-chavistas cuando unen su suerte y buscan alianza con la derecha cubana del exilio. ¿Creen acaso que con ello van a ganar legitimidad democrática o apoyo popular para su causa en el resto de América Latina? Hay que estar muy ciego para no ver que la derecha del exilio cubano de Miami no tiene un solo amigo en todo el continente americano.

¿Cómo es posible que los opositores venezolanos del Presidente Chávez no se den cuenta de que han sellado su destino con los grandes perdedores? Razón que convence. Es que son iguales. Más que jimaguas son gemelos clonados.
Dime con quien andas y te diré quien eres.