Incapaz de lograr tasas sostenidas de crecimiento por falta de recursos para inversión, la economía mexicana transfirió durante la última década a bancos extranjeros y organismos financieros internacionales 288 mil millones de dólares para cubrir el servicio de la deuda externa pública y privada, la cual se ubica actualmente en 155 mil millones de dólares, reveló información oficial.

En ese mismo período, y mientras el país remitía al exterior divisas para atender el pago de intereses y amortizaciones, el saldo total de la deuda externa aumentó de 117 mil 600 millones a 155 mil millones de dólares.

Al mismo tiempo que la deuda externa ha sido, al menos, pagada dos veces sin que su saldo disminuya, en los pasados 10 años, el endeudamiento interno del gobierno federal, representado por la emisión de bonos de deuda en el mercado local y que no incluye los gastos derivados de operaciones de rescate financiero, se multiplicó por 5.5, para superar un monto equivalente a 82 mil millones de dólares, de acuerdo con informes del Banco de México (BdeM) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El saldo de la deuda interna bruta aumentó de 152 mil 156 millones de pesos en 1990 hasta alcanzar 847 mil 642 millones de pesos en 2002, lo que implicó que este tipo de endeudamiento, que corresponde exclusivamente al gobierno, se multiplicó por cinco durante ese periodo.

La carga de la deuda aumenta

Los informes actualizados sobre la evolución de la deuda externa e interna en la pasada década revelan que, a pesar de las cuantiosas transferencias de recursos para el servicio del débito foráneo, la carga que representan esos pasivos para la sociedad y para las posibilidades de crecimiento del país siguió en aumento.

Entre 1992 y 2002 la economía mexicana envió al exterior recursos por 135 mil millones de dólares para dar cumplimiento exclusivamente al pago de los intereses de la deuda externa, que hace 10 años era de 117 mil 600 millones de dólares, según los datos del BdeM y la SHCP. Ello significa que, sólo por los intereses, ha sido pagada una cantidad mayor a la deuda registrada una década antes.

Además del pago de los intereses, en el mismo periodo se realizaron amortizaciones de la deuda externa, es decir, pagos de capital, por 152 mil millones de dólares, sin que el monto del principal disminuyera al final del periodo.

En suma, por pago de intereses y amortizaciones, las transferencias de divisas al exterior por los compromisos de la deuda externa alcanzaron 288 mil millones de dólares, cantidad que equivale a 1.8 veces el total del gasto público que ejerce el gobierno mexicano en un año, o a 45 por ciento del valor del producto interno bruto (PIB), calculado actualmente en 630 mil millones de dólares.

Crisis

"Estas cantidades del pago de la deuda externa han sido transferencias realizadas (la parte más significativa por el Estado) en el período en que se ha tenido la crisis económica más severa, también la crisis bancaria y el proceso de extranjerización del sistema financiero", comentaron Alicia Girón y Eugenia Correa.

El excedente pagado a los acreedores, de haber sido renegociado en condiciones más favorables, "hubiera creado empleos que garantizaran niveles de consumo en el país y permitieran un crecimiento interno sostenido, sin depender del aumento de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos", añadieron las académicas.

Junto con el aumento del saldo total de la deuda externa, el endeudamiento interno se ha convertido en otra carga para Mexico.

Aun con las transferencias realizadas en la pasada década, el costo de la deuda medido en relación con las posibilidades de pago de la economía, no ha disminuido respecto de lo ocurrido en los primeros años de los 90.

Así lo ejemplifica la deuda externa del sector público, que representa en promedio tres cuartas partes del endeudamiento total.