El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos
Indígenas. Con este motivo, la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta
Menchú Tum, envío la siguiente carta al Secretario General de la
Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan.

Rigoberta Menchú

Me dirijo Ud. con motivo del, ocasión que también aprovecho para
saludar y extender un reconocimiento, por intermedio suyo, a mis
hermanas y hermanos indígenas de todo el mundo.

A pocos meses de que concluya oficialmente el Decenio
Internacional de los Pueblos Indígenas, iniciado en 1994,
celebramos un nuevo Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
La fecha llega en momentos en que estos Pueblos del mundo se
enfrentan a una grave situación de marginación, discriminación e
inequidad, que aún con los avances recientes no se ha podido
superar.

El Decenio le ha dado la oportunidad a la comunidad internacional
de reconocer, no sólo formalmente, los derechos de los Pueblos
Indígenas, sino también de actuar. Al establecer la Década, los
Estados miembros de la ONU asumieron un compromiso que no
se constata en la actuación particular de cada uno de esos
Estados en relación con los Pueblos Indígenas. Por eso, lamento
la falta de voluntad política de cumplir con los propósitos del
Decenio.

Esa ausencia de voluntad política toma una forma mucho más
concreta en la incapacidad de lograr un consenso en el seno de
Naciones Unidas para aprobar la Declaración Universal de los
Derechos de los Pueblos Indígenas, actitud que no es coherente
con la postura adoptada frente a la creación del Decenio.

A pesar de los importantes esfuerzos que hemos atestiguado, las
comunidades indígenas continúan entre las más pobres y las más
marginadas en el mundo. Este fenómeno evidencia que los
objetivos planteados al inicio del Decenio no serán alcanzados.

Ante esto, la ONU está en la posición de llevar a cabo una
evaluación exhaustiva de lo que realmente ha significado el
Decenio para los Pueblos Indígenas en tanto que la marginación,
la exclusión de la vida política, social, económica y cultural y el
desprecio de las mujeres y los hombres indígenas en muchas
regiones del mundo continúan. Con una acción de esta naturaleza,
la ONU se daría una nueva oportunidad a sí misma y, con ello,
contribuiría a redefinir la agenda relativa a los Pueblos Indígenas
tanto en el plano internacional como en el de los Estados
nacionales. El desarrollo de este repaso tiene un carácter urgente,
puesto que el Decenio no ha tenido una incidencia clara y directa
en la vida de los Pueblos Indígenas.

Para el efecto, Señor Secretario, me propongo apoyarle en los
esfuerzos de diálogo y convocatoria a los más prestigiosos
dirigentes y personalidades indígenas y sus organizaciones,
incluyendo a la Iniciativa Indígena por la Paz. Las condiciones a
las que se enfrentan los pueblos indígenas no admiten
postergaciones, pues, de lo contrario, continuarán engrosando las
filas de los más desprotegidos, los más excluidos y los más
olvidados.

Respetuosamente,

Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz