Esa aeronave partió a las 12:55 hora local del aeropuerto militar de Catam, de Bogotá, llevando a Estados Unidos a Trinidad (Ricardo Palmera), quien será procesado allá por los delitos de narcotráfico, terrorismo y toma de rehenes.

Aunque los medios de prensa locales no tuvieron acceso a la terminal militar, desde lejos pudieron captar el momento en que Trinidad abordaba la aeronave y antes de ingresar se viró y lanzó varias arengas a los cerca de 40 agentes que lo custodiaban.

Por el movimiento de los labios se pudo distinguir que sus gritos resultaron similares a los lanzados cuando fue traído a ese mismo aeropuerto desde Quito, Ecuador, donde fue capturado el 2 de enero pasado.

En esa ocasión Trinidad puso sus dedos en V (Victoria) y grito “Vivan las FARC-Ejército del Pueblo” y “Viva la lucha del Libertador Simón Bolívar” , de quien tomó su nombre de guerra, pues el independentista se llamaba Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar.

Trinidad resulta el insurgente más prominente capturado y extraditado a territorio norteamericano.

El viernes 17 de diciembre, cuando firmó la extradición, el presidente Alvaro Uribe la condicionó a que el grupo rebelde liberara antes del 30 de diciembre a 63 de los retenidos en su poder.

Sin embargo, las FARC hicieron caso omiso del ultimátum oficial y el gobierno decidió cumplir su promesa, rechazada por buena parte de la sociedad que la consideran un golpe mortal a un proyectado Acuerdo Humanitario (canje de prisioneros).

En una reciente entrevista al semanario El Espectador, Trinidad sostuvo que su traslado a Estados Unidos cerraría cualquier camino a un intercambio de prisioneros entre el grupo insurgente y el gobierno.

Aseguró que convertiría su proceso judicial en Estados Unidos en un juicio político contra el mandatario colombiano.