Doce son las organizaciones que integran el Frente Popular: la Unión Nacional de Educadores, UNE; la Unión General de Trabajadores del Ecuador, UGTE; la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, FEUE; la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador, FESE; la Juventud Revolucionaria del Ecuador, JRE; la Federación Única Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino, FEUNASSC; la Confederación de Mujeres Ecuatorianas por el Cambio, CONFEMEC; la Central Única de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Autónomos del Ecuador, CUCOMITAE; la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador, CUBE; la Unión de Campesinos Asociados y Asalariados Agrícolas, UCAE; el Movimiento Indígena Nacional, JATARISHUN, y la Unión Nacional de Artistas Populares, UNAP.

El Frente Popular se propone alcanzar una amplia, firme y vigorosa unidad de los pueblos del Ecuador, incorporando a sus filas a nuevos sectores, organizados o no; se propone avanzar en la unidad permanente con las demás fuerzas de integración y representación popular.

Por la unidad de los sectores populares frente al neoliberalismo

El Frente Popular (FP) se constituyó en 1987, en un escenario de importante agitación social, generado por las políticas neoliberales que tomaron impulso durante esta época a través de las denominadas ‘Cartas de Intención’: cada año se establecían ‘paquetazos’ económicos dirigidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en contra de los bolsillos populares; estas medidas, entre otras, comprendían la elevación del precio de los combustibles, de las tarifas de los servicios básicos y de los pasajes.

Ante tal situación, la respuesta del movimiento popular fue contundente: protestas, movilizaciones, huelgas generales y nacionales. Sin embargo, se hacía imprescindible la necesidad de constituir una organización que unifique las fuerzas populares consecuentes y que impulse las propuestas del movimiento popular y sus derechos; esta organización fue el Frente Popular.

Su creación se produjo en un momento clave: en aquellos años el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que representaba a un sector esencial del movimiento popular, privilegiaba una línea de concertación, de componenda, con los gobiernos de turno respecto a las medidas neoliberales y sus funestas consecuencias hacia la economía nacional; esta realidad desarmaba la proyección de lucha y el avance de las fuerzas progresistas. El FP surgió, entonces, como un verdadero referente unitario de las diferentes organizaciones y sectores sociales del país.

Protagonismo y trascendencia política

El FP reivindica las tradiciones libertarias de los ecuatorianos, que luchan contra los regímenes totalitarios, represivos y antipopulares, que trabajan por alcanzar una auténtica democracia, la libertad y el progreso nacional.

En este sentido, la trayectoria de lucha de esta organización empieza con jornadas de protestas memorables en contra del gobierno tirano de León Febres Cordero (1984 - 1988) y su política hambreadora; en estas movilizaciones y huelgas nacionales varios dirigentes del FP fueron perseguidos y encarcelados.

Igual resolución de ideales se manifestaron en la oposición al régimen de Rodrigo Borja (1988 - 1992), especialmente cuando este gobierno socialdemócrata reformó el Código del Trabajo con la nefasta Ley 183, que aniquiló los derechos de los trabajadores ecuatorianos.
La firmeza de la lucha popular y las denuncias permanentes acerca de lo perjudicial que sería para la economía del país la instauración definitiva de las medidas neoliberales, hicieron que el movimiento popular crezca en cantidad y en trascendencia política. Esto se evidenció cuando se derrotó al gobierno de Sixto Durán Ballén y a su famosa Consulta Popular, que se proponía acelerar el proceso de privatización (fundamentalmente en la seguridad social y las áreas estratégicas). El ‘NO’ triunfó en la Consulta a pesar de la alianza a favor del ‘SI’, conformada por el Gobierno, las Cámaras de la Producción, los grandes medios de comunicación, la cúpula de la Iglesia Católica, entre otros sectores.

Todas las organizaciones que conforman el FP jugaron un papel trascendental en esta victoria del pueblo ecuatoriano a favor de sus intereses.

En este período (1992 - 1996), hay que señalar un hecho histórico, que por un lado elevó la imagen de un gobierno muy venido a menos, con una popularidad menor al 10%, y que por otro frenó el crecimiento vertiginoso del movimiento popular: la Guerra del Cenepa (1995). De no mediar este acontecimiento que desvió la atención del país, el régimen de Sixto con seguridad habría sido derrocado por las fuerzas populares.

No obstante, las experiencias acumuladas sirvieron para que se aúnen esfuerzos por ampliar el espectro unitario y para establecer mecanismos de unificación del movimiento popular. Así, por iniciativa del FP se desarrollaron Encuentros Nacionales de Trabajadores y Pueblos del Ecuador, y Asambleas Populares en todo el país.
Este trabajo de masificación y organización popular se hizo presente cuando las organizaciones del FP, junto a diversos movimientos sociales y políticos, lograron la caída del gobierno de Abdalá Bucaram. El FP, incluso, coordinó una plataforma de exigencias para desarrollar un cambio de la situación política y económica del Ecuador.

La acción y protagonismo del FP también se hicieron sentir cuando en el interinazgo de Fabián Alarcón se convocó a una Asamblea Constituyente que pretendía privatizar la Seguridad Social, las áreas estratégicas como la telefonía, el agua potable, la luz eléctrica, anular los derechos laborales de los trabajadores, entre otros aspectos: la respuesta del movimiento popular fue contundente y se logró anular en gran medida estas políticas antipopulares.

Con la misma intensidad y decisión, las organizaciones del FP combatieron -hasta hacerlo caer- a uno de los gobiernos más perjudiciales de la historia del Ecuador, como fue el de Jamil Mahuad, que entre otras acciones legalizó el cercenamiento del territorio ecuatoriano con la firma de la Paz con el Perú (1998), decretó el feriado bancario y el congelamiento de fondos (produciendo el descalabro más grande de la economía nacional), impuso la dolarización (ya podemos sentir sus consecuencias).

Ofensiva total contra el TLC

En la actualidad, las fuerzas del Frente Popular están intensificando su oposición contra el Tratado de Libre Comercio (TLC); el objetivo básico en este aspecto es seguir recolectando firmas para un llamamiento a una Consulta Popular, que le pregunte al pueblo del Ecuador si está o no de acuerdo con el TLC. Los estudiantes, los maestros, los trabajadores, los campesinos, los indígenas, los campesinos, las mujeres organizadas, los barrios, los pequeños comerciantes, los artistas e intelectuales progresistas del país, y otros sectores que conforman el FP, están trabajando incansablemente en esta tarea.

Además, la lucha contra el TLC también se la registra con marchas y movilizaciones; promoviendo debates a todo nivel acerca de las consecuencias negativas que tendría el TLC en la economía del país.

Las Fuerzas integrantes del movimiento popular

Como ya se manifestó, doce son las organizaciones que conforman el Frente Popular: la UNE, la FESE, la FEUE, la JRE, la UGTE, la FEUNASSC, la CUBE, la UNAP, la CUCOMITAE, la CONFEMEC, la CUCOMITAE y JATARISHUN; todas ellas con historias de lucha muy importantes en la búsqueda de la reivindicación de sus derechos y su oposición al neoliberalismo.

El FP, sin duda, representa a importantes sectores del movimiento popular, pero no a todos. Existen otros sectores que actúan en el espectro popular y que tienen dificultades para cohesionarse y avanzar, tal es el caso del movimiento indígena, que ha sufrido un proceso de dispersión muy marcada por parte del imperialismo, el gobierno, la burguesía y las Ong’s. Este fenómeno no ha permitido desarrollar en su totalidad al movimiento popular ecuatoriano.

Sin embargo, el crecimiento siempre es constante, lo demuestra la lucha de los estudiantes secundarios por alcanzar su carnet estudiantil, la pelea de los universitarios por evitar la privatización de las universidades públicas; la bronca de los jubilados por la reivindicación de sus derechos; la pelea de los trabajadores ante la flexibilización laboral... El crecimiento siempre es constante, lo evidencian las victorias del movimiento popular y de izquierda al conseguir por primera vez la hegemonía en una provincia tan importante como Esmeraldas; lo demuestra su integración a espacios burgueses de democracia, como el Parlamento, las Cortes de Justicia y otras instancias.

El movimiento popular, sus fuerzas, siempre seguirán creciendo; siempre, mientras exista este sistema neoliberal de opresión y de injusticia.

Nueva directiva: Con la misma consigna antineoliberal

Magdalena Vélez
Presidente electa del Frente Popular

“Los objetivos de la actual dirigencia tienen relación directa con las tareas que ha resuelto la Asamblea Nacional del Frente Popular (22 enero de 2005): Un primer eje de trabajo es continuar e incrementar la oposición popular hacia el gobierno de Lucio Gutiérrez; persistir en la lucha por la salida de este gobierno traidor y neoliberal, y por la instauración de un gobierno auténticamente popular, que aplique el programa aprobado en enero del 2004 por todas las organizaciones en la Asamblea de los Trabajadores y Pueblos del Ecuador.

Un segundo eje de acción consiste en seguir fortaleciendo orgánica y políticamente al Frente Popular y colocarlo a la cabeza del movimiento social y popular del Ecuador; un aspecto fundamental al respecto es trabajar en la reestructuración de las directivas provinciales, es decir, en la reestructuración orgánica de nuestra organización, para lo cual se realizarán Asambleas en cada provincia para discutir los elementos de análisis de la realidad nacional y las propuestas que tiene el Frente Popular para salir de la crisis política, económica y social.

Otro eje de gran importancia es no desmayar en la búsqueda de la UNIDAD de todos los sectores populares, organizaciones sociales y con las bases del movimiento indígena, para juntos crear una gran oposición al sistema imperialista”.

Fines y propósitos del movimiento popular

 El Frente Popular lucha en defensa de las conquistas democráticas, los derechos sindicales y políticos de los trabajadores y el pueblo.
 El Frente Popular lucha por las justas aspiraciones de los sectores populares.
 El Frente Popular lucha contra la dominación imperialista.
 El Frente Popular lucha contra la explotación de la oligarquía.
 El Frente Popular lucha por el cambio social.
 El Frente Popular es una organización altamente solidaria.
 El Frente Popular ejercita la solidaridad y la fraternidad internacionalista con los pueblos del mundo.