Ante más de 1.200 representantes de 400 empresas vinculadas con el negocio de los hidrocarburos, Alejandro Granado, Vicepresidente de PDVSA, alertó en San Francisco, California, sobre la necesidad perentoria de aumentar la capacidad de refinación en la Cuenca Atlántica, toda vez que los requerimientos de productos refinados se incrementarán en 12 millones de barriles diarios para finales de la década.

 “Para el año 2008, la demanda de productos y la capacidad de refinación estarán en el punto de equilibrio, pero con un alto factor de utilización que tiene como consecuencia un balance bastante precario, pues cualquier disrupción produciría una severa crisis energética a escala mundial”, advirtió Granado.

“Al sumar todas las expansiones anunciadas, todavía habrá un déficit de capacidad de refinación de 4,6 millones de barriles diarios para el 2010. En este contexto, Venezuela es un actor clave en el equilibrio del sector energético mundial, ya que posee abundantes reservas de crudo y un importante circuito de refinación establecido y, además, tiene previsto acometer importantes proyectos de conversión profunda y construcción de nuevas refinerías”, destacó Alejandro Granado, Vicepresidente de PDVSA, durante una conferencia ofrecida en el Encuentro Anual de la Asociación Nacional de la Industria Petroquímica y de Refinación de los Estados Unidos (NPRA, por sus siglas en inglés), realizado en San Francisco, California.

Ante más de 1.200 delegados de 400 empresas vinculadas con el negocio de los hidrocarburos, Granado alertó sobre la necesidad perentoria de aumentar la capacidad de refinación en la Cuenca Atlántica, toda vez que los requerimientos de productos refinados se incrementarán en 12 millones de barriles diarios para finales de la década. De este volumen, 48% corresponde a Asia, un 32% al continente americano y un 4% a Europa. “Para el año 2008, la demanda de productos y la capacidad de refinación estarán en el punto de equilibrio, pero con un alto factor de utilización que tiene como consecuencia un balance bastante precario, pues cualquier disrupción produciría una severa crisis energética a escala mundial”, advirtió.

El Vicepresidente de PDVSA enfatizó que “debemos hacer algo, y hacerlo ahora”, ya que una nueva refinería toma entre tres y cinco años de construcción. Además, hay que tomar en cuenta aspectos relevantes tales como localización geográfica, volúmenes de procesamiento, inversiones, recursos humanos, tecnología, precios, calidad de productos y cumplimiento de las cada vez más estrictas regulaciones ambientales.

En este sentido, PDVSA está realizando cuantiosas inversiones en el desarrollo de proyectos de conversión profunda y promueve la construcción de nuevas refinerías localizadas cerca de la Faja Petrolífera del Orinoco, tales como Caripito, Barinas y Cabruta, las cuales sumarían una capacidad de procesamiento de 500 mil barriles diarios de crudo. Igualmente, la corporación venezolana tiene planes de incrementar su capacidad de producción de 3,7 millones barriles diarios en la actualidad a más de 5 millones de barriles diarios para el año 2009, lo cual requiere inversiones por el orden de los 37 millardos de dólares, de los cuales el 74% (26 millardos de dólares) será aportado por PDVSA, mientras que el restante 26% (11 millardos de dólares) provendrá de inversionistas privados.

Asimismo, Venezuela viene desarrollando con éxito importantes alianzas bilaterales y empresariales a fin de promover la integración energética de América Latina y el Caribe, combatir el flagelo de la pobreza y apuntalar el desarrollo sustentable de la región, sobre la base de la complementariedad, el comercio justo, la solidaridad y la cooperación recíproca.

“La integración de nuestra región nos permitiría aprovechar el formidable potencial que representa un mercado conformado por más de 530 millones de habitantes. Más aún, más del 80% de las reservas de petróleo y gas del continente americano se encuentran en América Latina. De allí la pertinencia de la iniciativa de Petroamérica, propuesta por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, orientada a permitir el ejercicio pleno de la soberanía energética de los países de al región”, reiteró al alto ejecutivo petrolero venezolano.

El uso estratégico de la energía por parte de Venezuela para promover un mundo multipolar ha recibido un contundente apoyo internacional mediante la firma de acuerdos con Brasil, China, Rusia, India, Irán, Francia, Uruguay, Colombia, Argentina y Jamaica, entre otros países, al tiempo que diversas conversaciones sobre alianzas estratégicas continúan con otros gobiernos y empresas alrededor del mundo.

Más de 50 empresas de 18 países participan actualmente en la industria petrolera venezolana. “Esto evidencia que Venezuela es un socio preferido y un suplidor internacional de energía seguro y confiable. Asimismo, Venezuela tiene un sólido y transparente marco legal en materia de hidrocarburos, mediante el cual se promueve la participación de capitales estatales y privados, tanto nacionales como internacionales, con el propósito de garantizar el suministro de energía desde Venezuela hacia los mercados mundiales”, puntualizó Granado.

Venezuela es el quinto exportador mundial de hidrocarburos. Posee las mayores reservas probadas del hemisferio occidental (77 millardos de barriles de crudos convencionales y 150 billones de pies cúbicos de gas). Al sumar los 235 millardos de barriles de crudos pesados y extrapesados de la Faja Petrolífera del Orinoco, las reservas venezolanas de crudo durarían 285 años al ritmo de producción actual de 3,1 millones de barriles diarios. La capacidad total de refinación del país se ubica en 3,3 millones de barriles diarios en 22 refinerías (3 en Venezuela, 1 en Curazao, 9 en los Estados Unidos y 9 en Europa).