Este martes 17 de mayo de 2005, la reina Isabel II pronunciará un discurso que presenta los principales aspectos de los proyectos de ley de la nueva aunque frágil mayoría de Tony Blair, salida de las recientes elecciones. La más controvertida de esas proposiciones es ciertamente la implantación del documento biométrico de identidad para la totalidad de los residentes del Reino. Aunque el proyecto está en estudio desde hace tiempo ya que el país carece aún de un sistema doméstico de identificación, se le reprocha al gobierno de Blair el haber intensificado, en nombre de la lucha contra el terrorismo, su carácter intrusivo al incluir, por ejemplo, el registro del iris. Sus detractores temen, por otro lado, que una vigilancia de carácter racista sobre la población se desarrolle mediante el control de identidad, fenómeno harto conocido ya en otros países desarrollados.
La frágil victoria de Tony Blair lo llevó sin embargo a comprometerse a modificar su proyecto ya que, además del rechazo de los liberal-demócratas y de la abstención de los conservadores, teme que el tema provoque una rebelión en el seno de su propio partido.