El informe estadístico de la directora de la inteligencia nacional de Estados Unidos, Avril Haines, sobre las investigaciones nominativas realizadas en internet en 2021 muestra un altísimo grado de violación del derecho de los estadounidenses a la privacidad [1].

En Estados Unidos, cada agencia de inteligencia tiene la posibilidad de solicitar a las empresas de internet que les den acceso a los datos nominativos (personales) que esas empresas poseen sobre internautas extranjeros o estadounidenses a quienes las agencias solicitantes pueden presentar como “sospechosos” de haber cometido crímenes. El especialista estadounidense Edward Snowden ya había demostrado que esos datos incluyen los correos electrónicos, las conversaciones en video o vocales, las fotografías, los envíos de ficheros, las conexiones, los detalles de las cuentas utilizadas en las redes sociales, etc.

En virtud de la ley estadounidense denominada Foreign Intelligence Surveillance Act (FISA), conceder la autorización para la realización de ese tipo de investigación es prerrogativa no sólo de los magistrados y del fiscal general de Estados Unidos sino también de un funcionario: el director de la inteligencia nacional.

En 2021, la CIA realizó 4 000 investigaciones de datos personales… mientras que el FBI realizaba 3 394 053. Los datos personales así obtenidos pueden ser utilizados posteriormente con fines diferentes a los invocados en la solicitud inicial de acceso.