Terminada la última ronda de negociación y suscrito el Acuerdo de Complementación Económica con Chile, el cual viene a ser como un TLC con dicho país, nos queda ahora abocarnos a los de mayor importancia como es el que tenemos que emprender con China. Nuestro comercio exterior con Chile esta básicamente sustentado en la exportación de materia prima (molibdeno) el cual es exportado en bruto y procesado allá y exportado a su vez con valor agregado a China. La pregunta inevitable es el ¿porqué no lo podemos hacer nosotros directamente? Tenemos la materia prima y lo único que hay que hacer es incorporarle el valor agregado. El Perú, y esto hay que decirlo claramente, sino cambia su actual fase de exportador de materia prima a productos con valor agregado estaremos irresolutamente confinados a ser siempre pobres. Toda economía que desea despegar tiene que necesariamente pasar a la etapa de incorporación de valor agregado a su producción. Esta es la única forma de generar nuevos puestos de trabajo más especializados que a su vez enriquecen el mercado interno. Una economía que posea un mercado interno fuerte y con capacidad adquisitiva tiene definitivamente asegurado su desarrollo sostenido. Ejemplos tenemos muchos, Europa, Japón, Corea y ahora China. Estas economías a la vez que impulsaron sus mercados de exportación fueron fortaleciendo sus mercados internos a fin de tener una base de sustentación firme.

La Fundación Perú que tiene como elemento principal la identificación y promoción de nuevos desarrollos económicos para el empresariado nacional tiene aquí uno de los objetivos más importantes y que es la identificación de las diversas oportunidades para generar nuevas empresas, nuevos negocios y nuevas acciones. El país es indudablemente un país minero pero requiere salir de la órbita de ser meramente productor de materia prima y pasar a la etapa de inclusión del valor agregado a su producción minera, tal y como se está realizando con la producción agrícola de exportación que incluye el valor agregado y que genera a su vez gran cantidad de mano de obra colocada. La minería que por cierto requiere de grandes inversiones por otro lado su capitalización industrial cada vez recurre menos a la mano de obra. La tecnología desplaza a la mano de obra. Esta ecuación se invierte una vez que se tiene que procesar la materia prima minera. De ahí la importancia que la Fundación Perú pueda identificar en que terrenos podemos desarrollar nuevas empresas que se dediquen a estos menesteres. Otro terreno en que la Fundación también puede participar activamente es en la identificación de los servicios requeridos para estas nuevas etapas productivas y de exportación, capitulo que será materia en la próxima entrega.