Corría el año 1993 y el representante de una empresa que vendía equipos médicos, me pidió que averiguara por una licitación que había realizado el entonces IPSS (hoy ESSALUD) para la compra de un litotriptor ultrasónico, es decir, un aparato que sirve para pulverizar las piedras de los riñones. Según él, habían comprado el equipo más caro y, además, habían pagado mucho más de lo que realmente valía.

Luego de varios pedidos de información, comprobé que, efectivamente, se había comprado el equipo más caro a la empresa United Electric que representaba en Perú a la marca Siemens. Se habían presentado 6 empresas y 5 de ellas, cotizaban sus equipos entre novecientos mil y un millón quinientos mil dólares. Siemens lo ofertaba en dos millones seiscientos mil dólares. Es decir más de un millón de dólares por encima del más cercano competidor.

El IPSS a través de su presidente me informó que se había elegido a la marca Siemens por su calidad a pesar de su alto precio.

Quedaba aún por comprobar si el precio en el que se había vendido el litotriptor ultrasónico, era el real y para ello pregunté a Aduana, que se fijara en cuánto se había valorizado el equipo al ingresar al país. Me respondieron que en ochocientos mil dólares americanos. Suponiendo una subvaluación para pagar menos derechos aduaneros, le sugerí esta posibilidad y la misma Aduana me dijo que habían comprabado el precio con la factura emitida por la empresa Siemens de Alemania. no quedaba duda, le habían vendido al Seguro Social, en dos millones seiscientos mil dólares lo que les había costado ochocientos mil dólares.

Enteradas las autoridades de la sobrevaluación y estafa consiguiente, abrieron proceso penal a 2 gerentes regionales porque el equipo había sido comprado por el IPSS de Arequipa y también al representante de Siemens en Perú.

Dicho representante de Siemens en Perú, tuvo como abogada en Arequipa, a la esposa del entonces vocal superior de la Corte de Arequipa, doctor José Luis Lecaros Cornejo. No sé cómo terminó –si ha finalizado- el proceso, lo que sí sé, es que cuando el procesado pidió el cambio de la medida de detención que había ordenado el juez contra él, la Corte Superior de Arequipa tuvo a bien cambiar esa detención por comparecencia.

Ese vocal fue ¡precisamente! mi vocal instructor y quien ordenó mi detención por que, según su opinión, yo no tenía domicilio conocido y se ignoraba mi paradero.

Hoy, después de 5 años, descubro por una noticia periodística, que los abogados de la firma Siemens en Perú son el Estudio Ugaz, y más específicamente, el doctor Luis Vargas Valdivia, quien actuó como procurador en mi proceso.

¿Puras conincidencias?

Debemos recordar que Siemens es una empresa alemana que ha estado involucrada en varias investigaciones por corrupción alrededor del mundo. En Italia se les acusó de pagos ilegales a 3 ejecutivos de la empresa semi estatal ENEL por un monto de 6 millones de euros, a raíz de un contrato de suministro de turbinas de gas; en España fueron acusados de corrupción por el contrato del tren de alta velocidad (AVE) en donde habrían pagado 8 millones de pesetas a políticos del PSOE y a directivos de la empresa estatal REMFE. Dicho sea de paso, se les favoreció en las obras de señalización y electrificación del AVE y los pagos de sobornos los hicieron en Suiza por lo que el fiscal ha pedido 20 años de prisión para el principal directivo de Siemens.

Como si no fuera suficiente, más cerca de nosotros, en México, han sido acusados de corrupción en el contrato para modernizar la Refinería Francisco Madero, por un monto de 200 millones de dólares.

¿Acaso los abogados de Siemens en Perú (la esposa del vocal Lecaros y el ex procurador Vargas Valdivia) no habrán recibido el pago de sus honorarios del dinero proveniente de la sobrevaluación del equipo que vendieron al Seguro Social del Perú?

Los asegurados que finalmente pagarán ese millón seiscientos mil de sobrevaluación, ya saben a quién tienen que reclamarle.