Después de verse obligado a anular varios programas de la NASA como consecuencia de la crisis presupuestaria, el presidente estadounidense Barack Obama ha querido tranquilizar al personal de esa agencia en cuanto a las posibilidades de conservar sus empleos fijando a sus miembros una excitante misión para los próximos años: el desembarco en un asteroide y la conquista del planeta Marte.

Todo esto amerita una pequeña explicación:
La NASA confiesa que ya no sabe cómo hacer despegar una nave espacial tripulada desde la Luna… y a pesar de ello se le pide ahora que envíe un vehiculo espacial a Marte y que lo haga despegar después desde ese planeta, lo cual es más complicado aun debido a que la fuerza de gravedad es mayor en Marte.

El nuevo objetivo sería alcanzar el planeta Marte utilizando como base intermedia un asteroide –no la Luna. La NASA pudiera quizás evitar el problema del despegue seleccionando un pequeño asteroide, cuya fuerza de gravedad sería por lo tanto muy débil.

Pero eso no resolvería el problema del despegue desde la Luna y menos todavía el del despegue desde el propio Marte, lo cual puede mantener a la NASA ocupada por unos 20 años.