
El gobierno del canciller alemán Olaf Scholtz acaba de poner fin a las prerrogativas de las que gozaba Gerhard Schroder debido a su estatus de ex canciller. Pero en realidad se trata de castigarlo por su apoyo a Rusia.
Dada su condición de ex canciller alemán, Gerhard Schroder disponía de una amplia oficina, situada no lejos de la embajada de la Federación Rusa en Berlín, y percibía una subvención estatal. Lo anterior representaba unos 407 000 euros anuales.
En lo adelante, Gerhard Schroder recibirá sólo indemnizaciones según el papel que acepte desempeñar para promocionar las políticas de Alemania pero en ningún caso debido a su estatus de ex canciller.
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