No. No es George Washington el primer Presidente de los Estados Unidos el que vota y decide el destino de las naciones en el mundo globalizado de hoy.

El Washington que elige Presidentes en todos los países, no es el Washington de la historia sino el otro Washington, la capital de esta nación, que como la Roma imperial de ayer tiene hoy poder omnipotente para imponer su voluntad sobre el planeta.

El célebre multimillonario George Soros - uno de los hombres más ricos de la tierra cuya fortuna pasa de los siete mil millones de dólares - señaló con cínica sabiduría algo que nos pone a pensar. Dijo Soros: "En la Roma antigua, solo votaban los romanos. Y en el capitalismo global moderno, sólo votan los norteamericanos. Mas nadie vota".

En eso ha quedado la democracia. El voto suyo, el que Ud. deposita en la urna, al final no cuenta. Porque lo que vale es lo que dicte el poder global que radica en la capital de los Estados Unidos. Si a Washington no le agrada un candidato presidencial en cualquier país de la tierra, con solo manifestarlo, los poderes económicos mundiales que siguen las orientaciones de Estados Unidos se movilizan en los mercados de valores de manera tal, que la economía del país en cuestión comienza a sufrir efectos desestabilizadores capaces de hacer variar el resultado eleccionario. Y por supuesto, los capitales nacionales, que están asociados a las grandes transnacionales, hacen su "trabajo" en ese país, donde dominan la economía, controlan las emisoras de radio, son dueños de las cadenas de televisión, y de los periódicos, en fin tienen en sus manos todos los hilos para que se cumpla la voluntad inexorable que dicta la moderna Roma. Todo está atado. Nada queda fuera del juego.

¡Ah!. Pero si por un "descuido de Washington", en un país llega a la presidencia alguien que resulte molesto para esos poderes transnacionales, ya se encargarán fuerzas siniestras de poner en orden las cosas como ocurriera en Chile cuando llegó al poder Salvador Allende en elecciones libres y democráticas. Porque para cada Presidente Allende siempre habrá un General Pinochet.
Ahí tenemos el caso de Chávez, otro que también llegó a la presidencia de su país por lo que pidiéramos llamar " descuido de Washington".

Sin embargo ya estamos viendo lo que pasó y lo que puede pasar en un futuro no muy lejano en Venezuela. Porque no vamos a engañarnos. ¡Lo tienen en la mirilla!

La democracia tiene que ser "democracia a la americana". Si es otra, esa no vale.
Ya lo dijo el multimillonario globalizador capitalista George Soros: "En Roma solo votaban los romanos". Ahora es Washington quien vota por Ud.

¿Qué no le gusta? A mí tampoco. El camino que le queda es irse para el planeta Marte. ¿Dije Marte? Mejor que no, a ese le llaman el "planeta rojo". ¡Y lo acusarán de comunista! Pero si se va, tendrá que irse a la americana porque el cohete lo tiene Washington y sin permiso de Washington, de aquí, de aquí no hay quien se mueva.