Antes se hacían las trampas el mismo día de las elecciones. Se robaban las urnas, se arreglaban las máquinas de votar para que no poncharan en el candidato que el elector prefería o sencillamente se acudía a las llamadas boletas ausentes que controlaban de antemano los muñidores electorales. Así ocurría antes en Cuba, en la mayoría de los países de América Latina y hasta en el sur de La Florida, donde las pasadas elecciones presidenciales dieron pie a que se pensara que el proceso eleccionario que llevó a Bush a la Casa Blanca, estuvo viciado por una cañona cubana. De ahí que para algunos malpensados, en más de una ocasión el mandatario norteamericano repita como el cantante Pedro Vargas, al referirse a los cubanos de Miami: "Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido".

Por ahora la cosa es distinta. Las trampas se preparan mucho antes de las elecciones.
El mejor ejemplo de ello es lo que está ocurriendo con el diseño de los Distritos Electorales que se aprobaron en la legislatura del Estado de La Florida. El Distrito número 25 ha sido fabricado como traje a la medida para que lo vista el Republicano de origen cubano Mario Díaz Balart, el hermano del también Republicano de origen cubano, ya en el Congreso de Washington, Lincoln Díaz Balart.
Para la mayoría de los expertos en materia electoral el rediseño de los Distritos en La Florida perjudica grandemente a los votante negros del Estado y tampoco se hace justicia con los votantes hispanos que no son de origen cubano porque en su inmensa mayoría no están afiliados al Partido Republicano.

Según el especialista en asuntos eleccionarios, el Doctor Alan Litchman, Profesor de Historia de la American University de Washington, lo que se ha hecho es un disparate. Citamos textualmente lo que dijo ese Profesor ante un panel de tres jueces donde se ventila el caso de las reformas hechas por la legislatura de Tallahassee que controlan los Republicanos. Dijo el Profesor Lichtman: "El nuevo Distrito electoral para el Congreso fue diseñado para favorecer al electorado Republicano de origen cubano, mientras que el rediseño de otros tres perjudica grandemente a los votantes negros".

Los tiempos cambian. Y con los cambios, que no son para bien, se desacredita cada vez mas la democracia tal como se practica en Estados Unidos, un modelo que Washington pretende que se copie en el resto de nuestro continente y que cada día revela mas su ineficacia como se demuestra en el grado tan elevado de abstenciones de votantes en las elecciones.

¿Para qué ir a las urnas se pregunta el pueblo si ya se sabe de antemano quienes van a ganar y quienes van a perder?

El diseño del Distrito 25 es un verdadero escándalo. Ni en los peores tiempos de "la Chambelona", de los "Manengues" y la corrupción rampante de la peor politiquería sucedían estas cosas.
¡Que suerte tiene el cubano, si es Republicano y se apellida Díaz Balart!

¿Quiéres que te corte un traje a la medida? ¡Así estamos en La Florida!