Y digo así porque el ex-presidente norteamericano como su Santidad Juan Pablo II es un hombre de profunda caridad cristiana que cree que el dialogo sincero entre los seres humanos, es el mejor camino para encontrar la paz entre los hombres.

Cuando Juan Pablo II anunció sus visita a Cuba surgieron las mismas expectativas que las que se están produciendo ahora cuando el ex-presidente norteamericano Jimmy Carter se dispone a visitar la isla gracias a una incitación expresa y abierta del Jefe del Estado cubano.

Entonces como ahora, la organizaciones de exilados cubanos, con la Fundación a la cabeza- todavía vivía Jorge Mas Canosa - hasta el último de los grupúsculos que forman parte de la extrema derecha cubana - esos que se llaman "combatientes verticales" del exilio histórico -le leyeron la Cartilla" al Papa como ahora hacen con Carter sobre lo que debe y no debe hacer en Cuba. Y lo que tiene que exigirle a Fidel de manera terminante y conminatoria. Y si Castro no cumple al pie de la letra todas las exigencias que los exilados le hacen por mediación de Carter, consideraran, en el mejor de los casos, que el viaje ha sido un fracaso. Y por supuesto ya los hay que hasta acusan a Carter de "comunista" y de traidor a la democracia" por el solo hecho de sentarse en una misma mesa con el "odiado enemigo" de Los Estados Unidos. Si eso es ahora, antes de montarse en el avión que lo llevará a La Habana, imaginemos lo que van a decir cuando vean en los periódicos la televisión al ex-presidente Carter al lado de Fidel Castro en gesto de respeto mutuo - como debe ser - como ocurrió con el Papa cuando la visita de este a Cuba. ¿Y de qué otro modo puede ser?

Ayer mismo se publicó en todos los periódicos del mundo la foto del encuentro cordial, para no decir amistoso - entre el Presidente de los Estados Unidos George Bush y el vice- Presidente de China Comunista, sentados los dos, uno junto al otro conversando sobre los puntos que puedan unir o separar a sus respectivos gobiernos. ¿Y de que otra forma puede ser?

¡Ah! Pero eso es con Bush, a quien los guatacones cubanos de aquí no le escatiman elogios ni le ven defectos, y mucho menos critican su conducta aunque está no sea nada diferente a la que en su momento hayan seguido otros políticos norteamericanos, como es el caso del Presidente Clinton, a quien se le acusa de "comunista" como se acusa también de "comunista" hasta al mismísimo Papa por no complacer en todo los delirantes sueños trasnochados de la derecha extrema cubana de Miami.

Cuando el ex-presidnte Carter regrese de Cuba, ya veremos aquí pedirle la cabeza porque no trajo en su maleta la cabeza de Fidel

El Papa en su viaje a Cuba, no complació a la derecha de Miami pero logró espacios de convivencia entre la Iglesia católica y el Estado cubano. Y Carter, como el Papa puede lograr mucho en beneficio de unas mejores relaciones entre Washington y la Habana. Digo, si el que está en la Casa Blanca tiene la misma voluntad humanista que anima al ex-Presidente Carter y deja atrás la política de hostilidad contra Cuba que a quien en definitiva mas afecta es al pueblo cubano.
Carter no es el Papa, pero mucho que se le parece.