El ACNUR lamenta el asesinato de trabajadores humanitarios en Afganistán

Ginebra,10 de septiembre - El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Ruud Lubbers, lamentó hoy el asesinato a sangre fría de cuatro afganos que trabajaban para una agencia de asistencia danesa en un proyecto financiado por el ACNUR en la provincia de Ghazni en el centro de Afganistán. Un quinto hombre fue herido durante el ataque el lunes y se encuentra en un hospital en Kabul.

Dos de los hombres eran miembros del personal de Comité Danés para la Ayuda a Refugiados Afganos (DACAAR), y los otros tres eran trabajadores contratados por la agencia. Ellos regresaban de trabajar en un proyecto de suministro de agua en el poblado de Barakat en el distrito de Ab Band, cuando su vehículo fue detenido por un grupo de nueve hombres, siete de los cuales se dice que estaban encapuchados. Aparentemente les ordenaron salir del coche, los amonestaron por trabajar en una agencia de asistencia, que según el parecer de los agresores equivalía a apoyar al gobierno, y luego fueron ejecutados.

"Estoy profundamente consternado por esta reciente atrocidad, que parece haber sido dirigida deliberadamente hacia trabajadores humanitarios", señaló Lubbers. "DACAAR es uno de nuestros socios más constantes, confiables y respetados. Hemos trabajado con ellos por muchos años en los campamentos de refugiados en Paquistán, así como en zonas de Afganistán que están recibiendo refugiados retornados."

DACAAR ha trabajado por el bienestar de los afganos desde la década de los ochenta, cuando surgieron más de 300 campamentos de refugiados afganos en Pakistán para albergar a cerca de 3 millones de refugiados que huyeron de la invasión sovietica a Afganistán. A través de los años la agencia ha implementado cientos de proyectos sanitarios y de agua a nombre del ACNUR.

Cuando los refugiados comenzaron a regresar a Afganistán luego del retiro de las tropas soviéticas en 1989, DACAAR comenzó a trabajar junto con el ACNUR en los pueblos de retornados y en los campamentos para personas desplazadas. Su experiencia para proveer de agua, un bien particularmente valioso en un país devastado por años de sequía, los ha transformado en uno de los soscios fundamentales del ACNUR y en una de las agencias más conocidas para los refugiados afganos. Se pueden observar pozos y maquinaria de bombeo de agua a lo largo de toda esta árida región.

"Es incomprensible para mí", comentó Lubbers, "cómo a los ejecutores de este crimen les importan tan poco, no sólo las vidas de los individuos a quienes asesinaron, sino también el bienestar de sus propios compatriotas que están luchando por reiniciar sus vidas después de dos décadas de agitación política. Su ideología está tan corrompida que están asesinando inclusive a quienes limpian las minas antipersonales y a los proveedores de agua".