Ya comenzó Proinversión, esa agencia regalona de lo que no es suyo y en la que se guarecen conocidos irresponsables, a ofertar los aeropuertos del interior del país. El 6 de febrero del 2003, escribimos algunas líneas sobre el particular. El lector notará la presencia, entonces muy soterrada de Robert MacDonald y hoy descarada. Leamos.

¿Desde cuándo el “estudio” de factibilidad del aeropuerto de Chinchero y el plan maestro para la concesión de 18 aeropuertos regionales, hecho por la firma inglesa Currie & Brown/Mason es el documento oficial del Estado peruano en esta materia? Hasta donde se sabe no es más que una aproximación y por la cual el Estado ha pagado la friolera de US$ 400,000 dólares. Por eso, ¿qué hacía el embajador peruano en el Reino Unido, Armando Lecaros, presentando a Robert MacDonald de Proinversión ante ejecutivos de operadores británicos como si se tratara del frontis definitivo de la política del Perú en materia de aeronáutica?

Proinversión informa que “Luego de la concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, se viene efectuando la Promoción de la Inversión en los aeropuertos del Perú que actualmente se encuentran operativos y ubicados a lo largo y ancho del país”. Nótese que el texto de esta entidad hace alusión directa a un período de evaluación. Por ningún lado se expresa que es el horizonte definitivo del Estado peruano.

Currie & Brown bajo el epígrafe: A Public-Private Partnership for Peru’s Regional Airport dice lo siguiente: “The Peruvian Government has appointed Currie & Brown and law firm Masons to advise it in relation to the development of the new Chinchero International Airport and the country’s master concession plan for regional airports”. El señor Charles Longstaff de la embajada británica en Buenos Aires, dice: “This contract is possibly the first PFI business won by British consultants in Latin America. British PFI specialists have now got the “foot in the door” in Latin America and I am confident further business will develop. Well done Peru”. Lo que en castellano significa que “El gobierno peruano ha tomado contacto con Currie & Brown y la firma legal Masons para consultoría en relación al desarrollo del nuevo Aeropuerto Internacional de Chinchero y el plan maestro para la concesión de los aeropuertos regionales........Este contrato es el primero de su tipo obtenido en Latinoamérica.......hemos puesto el pie en la puerta y estoy seguro que desarrollaremos más negocios”.

Ahora se entiende la razón por la que Currie & Brown/Masons se llevó a Robert MacDonald a su sede en Londres (como parte de su periplo por Europa) para que con la embajada del Perú en el Reino Unido hablara sobre Business Opportunities in the Airport Sector (Oportunidades de negocios en el sector aeroportuario) y que nuestro representante en ese país, en nombre del Estado peruano.

Proinversión pagó US$ 400,000 dólares por un “estudio” cuyo 90% de material estadístico era propiedad de Corpac. Hasta hacía poco tiempo Robert MacDonald trabajaba en Corpac como gerente general y era a la vez (¡qué tal sinverguenza!) responsable de la privatización en.....¡Proinversión!, por eso casi nunca estaba donde debía y ordenaba el traslado de los documentos de Corpac a su empleadora paralela.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!