Jorge Giordani

Durante la vigencia del presente período de gobierno el máximo del aumento de los precios ocurrió durante el 2002 cuándo alcanzó un 31,2%, similar a la tasa que existió al inicio del gobierno cuando se encontraba en 30%. La misma pudo disminuir a 20% en 1999, 13,4% en el 2000, 12,3% en el 2001 para luego subir la cuesta a los valores iniciales.

Ahora de nuevo durante el 2004 nos encontramos en un ciclo descendente luego de alcanzar un pico de 38,7% en febrero de 2003. De allí en adelante la tendencia ha venido disminuyendo para llegar al valor anualizado de octubre en 19,7% con la última cifra publicada por el Banco Central de Venezuela en el Índice de Precios de la zona metropolitana de Caracas. Tal valor es menor al que había sido estimado en el presupuesto del 2004 cuando se estimaba una tasa de inflación de un 26%.

Las variaciones de los precios en el mes de octubre confirman la tendencia que se ha venido observando desde que se tuvo el pico en febrero del 2003. El aumento correspondiente al mes fue de 0,6% menor al del mismo mes del año pasado cuando alcanzó el 1,5%, y similar al resultado de septiembre que fue de 0,5%. El valor de la inflación acumulada durante el 2004 desde enero a octubre llegó a 15,4%, que comparado con el equivalente del 2003; 22,4% es menor, y con el del 2002; 27,8% es mucho menor todavía. La inflación anualizada dijimos llega a 19,7% producto de la disminución que se tuvo en relación al mes de octubre del año pasado. Dicha cifra es menor también a la que se tuvo durante los años 2003 y 2002 cuando alcanzó respectivamente valores de 26,6% y 28,2%.

Por dos meses consecutivos se tiene una inflación por debajo del 0,6%, menor en más de la mitad a la tasa constante que se tiene para el año 2004 de 1,4%. También muy por debajo de la banda entre 1 y 2% intermensual. La incidencia mayor durante el mes de octubre se debió a los servicios de educación con 0,11 al tener una ponderación de 5,88%. Debemos recordar la estacionalidad de esta tasa que se suma a la de septiembre cuando creció en 8,8%. Otros seis rubros se encontraron sobre la media del 0,6%. Por contraste los alimentos y bebidas no alcohólicas disminuyeron en octubre en 0,2%.

En cuanto a las variaciones acumuladas para el 2004 cuatro rubros se encuentran sobre el 15,4%, esto es, restaurantes y bebidas con 20,5%, alimentos y bebidas no alcohólicas, transporte 17,7% y los servicios de educación con 15,6%. El resto de los otros nueve sectores se encuentran por debajo de la media destacando con el menor crecimiento el sector de comunicaciones que llega a un 5,1% acumulado.

Interesante señalar como si algunos rubros controlados se encuentran por debajo de los precios en un 28%, otros los superan de 1,31 veces a 2,2. Por otro lado, es conveniente señalar las diferencias que se vienen estableciendo entre los precios de la canasta Mercal versus los que se obtienen en las grandes cadenas, los supermercados, los abastos, los mercados libres y las ventas de tipo informal, al alcanzar valores por debajo entre el 47 y 59%. Cuestión esta última que viene a confirmar el éxito de la franquicia al compararse con los otros sistemas de distribución.

Lo más importante que cabe señalar con el agregado de los resultados de octubre es que continúa la tendencia descendente de la tasa de inflación anualizada que ha visto una disminución desde la cima de los 38,7% a la cifra actual en una diferencia de 19 puntos porcentuales.
Podemos calificar la zona de inflación como media, lejana a la que se tuvo a mitad de los 90 cuando superó la barrera de los tres dígitos.

En el caso venezolano sabemos las características del fenómeno inflacionario con su alto componente inercial, ligado a las expectativas tanto racionales como "irracionales" y fundamentado en la estructura del aparato productivo determinado por la renta y a los vaivenes de los valores de la exportación petrolera. Muchos son sin duda los determinantes de tan complejo fenómeno también ligado a la rigidez presupuestaria y la capacidad de oferta de nuestra economía interna. Sabemos igualmente el alto peso que tiene dentro de la canasta el componente de alimentos con un 22,9% y cómo afecta a los sectores de menores ingresos dichas variaciones.

Cuando menos debemos mencionar dos elementos institucionales que han permitido balancear el aumento de los precios durante lo que va del año 2004. Por un lado, la franquicia Mercal que ha logrado una distribución de alimentos cercana a las cuatro mil toneladas diarias, con centros de acopio y variados tipos de lugares de distribución hasta llegar a las bodegas. Aproximadamente ocho millones de personas han sido tocadas por este sistema distributivo.

La posterior creación del Ministerio de la Alimentación con sus nuevos retos pondrá en tensión los logros alcanzados hacia nuevas metas tal de aumentar la eficacia de esa distribución de un 35% de los alimentos a nivel nacional, y mejorar la eficiencia, calidad y cantidad de productos. Nada de eso será posible si no se cuenta con un profundo y arraigado control social de la población que evite la corrupción, malversación y acaparamiento de productos tan necesarios para la vida de los que menos tienen. La influencia de Mercal en el proceso inflacionario será uno de los puntos de apoyo en la lucha contra semejante flagelo.

Por otro lado, desde el punto de vista institucional, el funcionamiento de Cadivi ha permitido igualmente atacar el fenómeno inflacionario. La regularización de la entrega de divisas para las necesarias importaciones que requiere el aparato productivo las cuales han promediado los 60 millones de dólares diarios en total, y en particular cubriendo unas importaciones hasta la fecha de unos 7 mil millones de dólares ha actuado como mecanismo regulador del proceso inflacionario interno.

La suficiente dotación de insumos y bienes de consumo a la tasa controlada de divisas ha logrado contener ineficiencias de la producción interna así como al unísono ha estimulado el aumento de la producción al permitir las necesarias importaciones de bienes de capital para modernizar la producción del país. No olvidemos que venimos de un ciclo de desinversión prolongado por más de un cuarto de siglo donde tal descapitalización ha mermado la capacidad y competitividad de la economía nacional.

Desde otro punto de vista la reactivación observada durante 2004 que incluye bienes y servicios en las diferentes ramas ha operado como factor de oferta en su contención de los precios. La movilización de los diferentes factores productivos, el aumento del nivel de ocupación, el uso de una alta capacidad ociosa anteriormente acumulada también ha hecho su efecto sobre el aumento relativamente moderado de los precios.

A todo ello debemos agregar el efecto del sistema financiero sobre los créditos que han comenzado a crecer a la par de la reactivación observada. No sólo se ha observado la palanca del sistema financiero público sino también la incorporación cada vez más activa del sistema privado como elemento de intermediación activa y el descenso de las tasas de interés que han bajado para ciertos sectores desde una cima superior al 45% a principios del 2003 a finales del 2004 en valores que no llegan a una tercera parte de esa cifra. La lucha contra el fenómeno inflacionario continúa y veremos qué ocurre en los meses que quedan por cerrar el 2004, avizorando desde ya el cumplimiento de la meta muy por debajo del 26% estimado.

Publicado en Quantum N.40