La mayor parte de los electores en Ohio pensaban en votar por Kerry. A la 1:05 a.m. del miércoles por la mañana, los últimos sondeos de la CNN indicaban que Kerry ganaba a Bush la mayoría del voto femenino— 53% contra 47%— en Ohio. La votación luego se combinó convirtiéndose en el reflejo del voto real. Kerry también derrotó a Bush al ganar 51% contra 49% del voto masculino (voir ici en anglais); a menos que un tercer género humano votara en Ohio, Kerry ganaba el estado.

Entonces, ¿en presencia de qué estamos? La respuesta: los sondeos finales son precisos pues se les pregunta a los electores, «¿por quién votó usted?» Aunque desafortunadamente no se hace la pregunta más importante: «¿Fue su voto incluido en el escrutinio?» Eso no lo pueden saber los electores.

La razón es que aunque los últimos sondeos muestren que la mayoría de los electores en Ohio hayan marcado las boletas a favor del dúo Kerry-Edwards, miles de esas boletas no fueron simplemente tomadas en cuenta. Ello era predecible y se predijo (ver: «Una elección putrefacta»).

John Kerry (izquierda) y John Edwards (derecha) los candidatos democratas perdedores.
Foto Democratic National Convention

Una vez más aparecen en el centro del juego de los votos no contados en Ohio las frases: ciento decirles que..., boletas mal perforadas, con pestañas y otros trucos viejos y nuevos.

Las elecciones en Ohio no se decidieron por los electores sino por algo que se conoce como «anulación». Como es comun en Los Estados Unidos, aproximadamente 3% del voto es nulo, simplemente se descarta y no se tiene en cuenta. Cuando te dicen en la TV que un candidato ganó en Ohio o en cualquier otro estado 51% contra 49% no lo crea...eso no ha pasado nunca en los Estados Unidos, porque la suma total nunca alcanza el 100% exacto. Los totales anunciados en la TV simplemente no tienen en cuenta los votos anulados.

¿De quienes son los votos rechazados?

No existe igualdad en la anulación de los votos. La mayoría de ellos pertenecen a afro-norteamericanos y a distritos o circunscripciones donde radican minorías. (para más información haga clic aquí).

Fuimos testigos de eso en la Florida en el año 2000. Los sondeos finales indicaban que Gore contaba con al menos una mayoría de 50 000; sin embargo, esa cifra no coincidió con la oficial. Ello fue debido a que la oficial - la de la Secretaria de Estado Catherine Harris-excluyó 179,855 votos que fueron anulados. En la Florida, tal como sucede en Ohio, la mayoría de los votos se realizaron usando tarjetas que no fueron completamente perforadas - lo cual deja una pestaña de papel al ser perforada -o fueron perforadas varias veces.

¿A quiénes pertenecieron las tarjetas descartadas? Expertos en estadísticas que investigan el acto de anulación para el gobierno calcularon que 54 porciento de las boletas descartadas pertenecían a ciudadanos negros. (haga clic aquí para consultar el informe de la Comisión los Estados Unidos para los Derechos Civiles).

Y esta es la clave del asunto: La situación es algo típica para la Florida donde la mayoría de las boletas desechadas (más de 2 millones a partir del voto del martes) pertenecerán al voto de de Afro-americanos y otras minorías.

Entonces repetimos, o mejor no repetimos. A diferencia de las elecciones pasadas, los demócratas ni siquiera exigen que se cuenten en Ohio esos boletas que no fueron bien perforadas (llamada «votos deficientes» o undervotes, de acuerdo con el vocabulario electoral), ni tampoco piden que se lleve a cabo el análisis de la intención del elector, también conocido como «overvotes».

Ohio es uno de los estados de la unión que aun utilizan las maquinas perforadoras, mecanismos que echan a peder las boletas. Antes de efectuarse el voto, el Secretario de Estado en Ohio J. Kenneth Blackwell escribió, «las posibilidades de que exista una votación cerrada con el uso de tarjetas perforadas como principal mecanismo electoral del estado puede conllevar a un desastre como el que tuvo lugar en la Florida.»

Pero esta semana, Blackwell, un republicano furibundo, ha retomado con animo el apego a esas maquinas que tienen el hábito de devorar los votos demócratas. A la pregunta de que si temía verse en el papel de Catherine Harris este año, Blackwell dijo que lo que hizo Harris le aseguró un escaño en el Congreso.

Pero, ¿cuántos votos exactamente se perdieron esta vez por concepto de anulación? La oficina de Blackwell no daría la respuesta, aunque la ley estipula que se informe. Hum, sabemos que la vez pasada, el total de boletas descartadas en Ohio alcanzó 1,96 porciento en detrimento de la democracia. Las maquinas hicieron su daño tradicional a 110 000 votos, mayoritariamente demócratas.

El impacto de los retos

Lo primero y más importante es que Kerry fue afectado por las boletas mal perforadas. Pero no perdió solo por ello, ya que allí estaban los «retos», término de cortesía utilizado por el Partido Republicano en Ohio para designar una vieja técnica del Ku Klux Klan: el bloqueo de miles de electores de color en las urnas.

En Ohio, Wisconsin y Florida, se llevan a cabo planes para emboscar a los ciudadanos según una misteriosa ley -casi nunca utilizada-que permite a personas designadas por un partido como observadores a bloquear el voto de las personas negándole marcar la boleta. Los tribunales de Ohio se horrorizaron y la ley federal prohíbe afectar a los electores cuando el prejuicio racial se convierte en un factor de reto. Pero nuestra Corte Suprema estaba preparada para permitir a los republicanos pararse en la puerta de los colegios electorales.

Al final, los retos no llegaron a ser abrumadores, pero estaban allí. Muchos de esos retos tuvieron sus efectos en electores que recibieron las novedosas boletas «provisionales» - un tipo de placebo electoral-que puede o no pasar por el escrutinio. Blackwell estima que hubo 175,000 de esas; mientras los demócratas alegan que fueron 250,000. Escoja Ud. su propia cifra.

Pero, como los retos apuntaban a las minorías, nadie duda que una vez más, fueron afectaron abrumadoramente a los demócratas. Cuéntelos, adicione las boletas anuladas (fácil es llevar la cuenta con una mirada retrospectiva) y los totales comenzaran a coincidir con los sondeos finales; y ahí tienes el nuevo presidente. Recordemos que Bush ganó por 130,483 votos en Ohio.

Estado encantado, encantado el voto

En el caso de Nuevo México, donde se hace más evidente la mayoría que apoya a Kerry si todos los votos son contados. Antes de las elecciones, escribí en TomPaine.com, «John Kerry está por debajo en varios miles de votos en Nuevo México, aunque aún no se ha contado siquiera un solo voto.»

¿Cómo ocurrió? Es el resultado de las estúpidas boletas provisionales echadas a perder.

La CNN dijo que George Bush ganó Nuevo Mexico por 11,620 votos. Una vez más el total dado por la cadena de TV se ajusta al milagroso e inexistente 100 porciento de los votos ejercidos.

En la última ronda, Nuevo México reportó una tasa de anulación del 2,68 porciento, se perdieron casi todos los votos de las zonas de minorías hispanas, nativos americanos y de familias pobres-un golpe a los demócratas. Desde el voto efectuado el martes y manteniendo el mismo número de votos perdidos, podemos esperar un total de 18 000 boletas anuladas.

La anulación de votos se torna muy anti-Demócrata en Nuevo México. Dos tercios de los votos de hispanos en el estado encantado que favorecieron a Kerry tienen cinco veces la posibilidades de cualquier voto de un blanco para ser anulado. El conteo de esos votos descartados sobrepasaría fácilmente la «mayoría» alcanzada por Bush.

Por tanto, la tendencia electoral hacia la anulación aparece constantemente en la superficie del proceso y en los lugares donde se espera que aparezca exactamente: en zonas altamente pobladas por hispanos y que son controladas por funcionarios electorales republicanos. El condado Chaves, en la «Pequeña Texas», Nuevo México cuenta con una población 44% hispana, además de afro-americanos y nativos norteamericanos, y allí Bush ganó 68 contra 31% de los votos.

En una conversación antes de las elecciones, el representante del Partido Republicano en Chaves me dijo que la alta cifra de anulaciones entre los hispanos simplemente indicaba su indecisión al escoger entre los candidatos a presidente. Curiosamente, esta gente de piel trigueña viajan a través del desierto hasta la cabina electoral para depositar su voto.

Agreguemos ahora el efecto que tuvo en Nuevo México el escrutinio de las boletas provisionales.

«Las transportaban como si fueran caramelos», decia Renne Blake, periodista de Alburquerque en su reportaje sobre el particular. Cerca de 20,000 fueron entregadas, ¿a quién?

Santiago Juarez, que dirige el programa «Faithful Citizenship» (Ciudadanía Fiel) en la Arquidiócesis Católica de Nuevo México me dijo que «sus» electores, hispanos pobres, que se identificaban como fuertes defensores de Kerry habían recibido las dudosas boletas tradicionales. Los hispanos recibieron boletas provisionales en lugar de las otras contables y de una manera «casi religiosa» en los colegios electorales cuando existía la menor de las dudas sobre la identificación de un elector, dijo. Algunos electores fueron rechazados, apuntó Santiago.

El Partido Victorioso de Kerry

Podemos decir que Ohio y Nuevo México pertenecen a Kerry, si contamos todos los votos.

Pero eso no ocurrirá. A pesar del compromiso demócrata, los lideres de ese partido se rindieron ante los actos de privación del derecho al voto. ¿Por qué? No hay dudas de que los demócratas conocen muy bien que el escrutinio de todos las boletas anuladas y las provisionales requiere de la cooperación del Secretario de Estado de Ohio, Blackwell. En ultima instancia, es él quien decide que votos anulados o provisionales pueden ser contados.

Debido a sus ansias por llegar a obtener la posición política de kate Harris, Blackwell probablemente no permita ni siquiera un escrutinio que se aproxime a la totalidad de los votos. La dirigencia demócrata conoce muy bien que los medios castigarían al partido si exige un total escrutinio.

¿Y ahora que? Kerry ganó, por tanto quédate con tu partido victorioso. Pero se cuidadoso porque exigir un escrutinio total de los votos podría convertirse en un acto ilegal bajo la Ley Patriótica III.

Yo solía escribir comentarios o columnas para el Guardian en Londres. Varios amigos me han preguntado si pienso abandonar el país otra vez. A la luz del fracaso-por segunda vez-en el escrutinio de los votos, ya no será necesario. Mi país me ha abandonado a mi.

Greg Palast, editor colaborador de la Harper’s Magazine, investigo la manipulación del voto para el servicio noticioso Newsnight de la cadena de Televisión BBC. El documental Bush Family Fortunes (La fortuna de la familia Bush) basada en su propio best seller del New York Times, “The Best Democracy Money Can Buy (La major democracia que puede comprar el dinero) se encuentra disponible en DVD. Vea un fragmento en
http://www.gregpalast.com/bff-dvd.htm

«Bush Family Fortunes - The Best Democracy Money Can Buy», de Greg Palast, basado en sus investigaciones para BBC Television ya se puede obtener en DVD. Observe los avances en este sitio.

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