¿Quién es la mujer más poderosa de EEUU? La primera dama de la nación Laura Bush? La elocuente senadora por Nueva York y futura presidenciable Hillary Clinton? La secretaria de Estado Condoleezza Rice? No.

La mujer más poderosa es una negra cincuentona medio gordita que se llama Oprah Winfield y no ostenta ningún cargo político o gubernamental. A pesar de llevar la deventaja de ser mujer y ser negra, dos de las formas de discriminación que persisten en esta sociedad pluralista multiracial, pero hipócrita y prejuiciosa, Oprah es un personaje muy fuerte, en lo económico, en lo intelectual y en la media, la comunicación social. Tampoco es miembro de una iglesia evangélica, lo cual puede ser también una desventaja.

Pero un día cualquiera, se le antoja un acto de gran generosidad y hace felices a muchos.

En lo económico figura entre las 700 personas más ricas de la superpotencia. Según la selección de la revista Fortune son 400 que poseen billones o millardos de dólares entre sus bienes. Opra tendría una fortuna de más de 3 mil millones. En lo intelectual, dirige una revista mensual de gran circulación que se llama obviamente, Oprah y dirige un club de libros que puede determinar el éxito de cualquier autor que figure en su privilegiada lista.

En cuanto a medios, es propietaria de una de las productoras de programas de televisión mas grande del país, Harpo (Oprah al revés) Productions, con base en Chicago.

El 14 de setiembre, Oprah se dio el lujo de regalar un automóvil nuevo a cada una de más de 700 mujeres que asistieron a su show de entrevistas en la cadena de TV ABC, uno de los shows más vistos de la TV norteamericana.

Por una cantidad de acciones filantrópicas en Africa, como construcción de escuelas y hospitales, además de la donación de medicinas y preservativos para frenar la contaminación del SIDA, Oprah fue recientemente reconocida en la sede de Naciones Unidas. El secretario general Kofi Anan presidió la ceremonia. Estaban presentes el líder surafricano Patricio Lumumba y el ex presidente Jimmy Carter.

Oprah ha demostrado ser también una buena actriz de cine, como en la pelicula Color Púrpura, que dirigió Steven Spielberg.

En lo político, los gestos de Oprah son delicados, pero claros. A pesar de haber sido invitada permanentemente a la Casa Blanca, durante varias presidencias, nunca acudió a la mansión presidencial, durante toda la gestión de Ronald Reagan.

Con extraordinaria vitalidad, la vivaz Oprah, envuelta en su súper ego, como en un costoso abrigo de pieles, se anota éxito tras éxito. ¿Súper-ego? ¿Súper Oprah? Sí. Pero así es como se triunfa en esta sociedad y esta Negra Linda, no sabemos hasta dónde llegará./BIP