Luego de los durísimos comentarios que ha lanzado el presidente Hugo Chávez en su contra, el Fondo Monetario Internacional (FMI) envió una misión de alto rango a Venezuela en un intento por limar las asperezas entre el gobierno revolucionario y el organismo multilateral.
Pero Chávez no se reunió con los fondomonetaristas que vinieron al país por invitación del Banco Central de Venezuela y del ministro de Planificación, Jorge Giordani, quien forma parte de la directiva del ente emisor.

La misión trató de iniciar un proceso de "acercamiento" con la administración de Chávez, quien frecuentemente arremete contra el FMI y lo responsabiliza de haber sembrado y extendido la miseria en los países que han aceptado aplicar sus recetas de corte neoliberal para salir de las crisis económicas.

Agustín Carstens, subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), lidera el grupo de funcionarios del ente multilateral que llegó a Venezuela en una visita que duró cuatro días. "Queremos (...) hacer un acercamiento y ofrecer de la manera más abierta posible la gran experiencia internacional que converge en el Fondo y que sin ninguna obligación puede utilizar Venezuela", dijo Carstens a la prensa.
"También el señor Rodrigo Rato, el nuevo director gerente (del FMI), tiene un interés muy particular en desarrollar una relación cercana con Venezuela", agregó.

 Lo que sí esta claro es que Venezuela no necesita en estos momentos ningún tipo de acuerdo con el organismo, pues el país -por ahora- goza de una buena salud económica por los altos ingresos petroleros.
Chávez jactándose de esa situación ha dicho que Venezuela no se arrodillará ante el FMI y que no le inteesa para nada tener una suerte de carta de buena conducta con el organismo, pareciendo haberse olvidado que a inicios de su gestión cuando el país transitaba por una durísima situación económica se estuvo muy cerca de llegar a un acuerdo de asistencia técnica con el Fondo.

Abiertos, pero...

Chavez celebró el 7 de diciembre, cuando juramentó a Nelson Merentes como nuevo ministro de Finanzas, que el FMI esté viendo con buenos ojos el reciente desempeño de la economía venezolana y dijo que a pesar de las diferencias las puertas del país están abiertas.
"A pesar de que nosotros estamos en total desacuerdo con las políticas del Fondo Monetario Internacional y hemos tomado nuestras propias decisiones de manera absolutamente independiente y soberana; cuando quieren venir aquí los recibimos, les oímos, discutimos. Nosotros no estamos cerrados a discutir con nadie".

Pero detrás del alago vino la suspicacia. "Ahora, llama la atención que después de todos estos años, un alto funcionario representante del Fondo Monetario Internacional reconozca que las políticas económicas de Venezuela, que no son las mismas que las que ellos aplican, dan resultado", dijo al agregar que ello "es buen signo. Y que las políticas sociales que el gobierno Bolivariano adelanta son necesarias y sostenibles, eso es un buen signo".

Para no varia, Chávez abogó por otros pueblos al decir que "ojalá, de verdad que el FMI reconozca la realidad dura, difícil, por la que atraviesan nuestros pueblos, sobretodo los de América Latina y el Caribe, los pueblos del Tercer Mundo. Y que eliminen de sus manuales las políticas de shock y que reconozcan las soberanías de los Estados, de los pueblos, la necesidad de que cada quien elabore sus propias fórmulas con independencia y con libertad".
 Chávez ha criticado duramente al FMI por haber ofrecido su ayuda al breve gobierno del empresario Pedro Carmona, quien se autojuramentó como presidente de Venezuela durante el fugaz defenestramiento del mandatario en abril del 2002.

Consultado sobre la posibilidad de que el FMI brinde asistencia técnica a Venezuela en momentos en que el país disfruta de holgados ingresos petroleros, el mexicano Carstens dijo que "Venezuela va a determinar el grado de nuestra colaboración con ellos".

Políticas prescindibles

El hasta hace pocos días ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega, dijo en abril que Venezuela ha superado sus problemas fiscales haciendo todo lo contrario a lo recomendado por el FMI en sus "experimentos" en América Latina y señaló que el país puede prescindir de los consejos del organismo, del cual es socio.

La ira de Nóbrega se hizo patente cuando en abril pasado el FMI calculó que la economía venezolana crecería este año 8,8%, pero dijo que en el 2005 esa expansión no sería sostenible y ubicó la tasa en 1,1%.
"El caso Venezuela 2003 demuestra que todo el andamiaje y las políticas del FMI son prescindibles", dijo Nóbrega . Destacó entonces que Venezuela tras el paro petrolero entre fines del 2002 e inicios del 2003 implementó políticas económicas que le permitieron recuperarse, mejorar el riesgo país y retornar a los mercados financieros internacionales con exitosas operaciones de deuda.

"Venezuela es una nación que está superando sus dificultades financieras con independencia del FMI y lo está haciendo aplicando todo lo contrario a lo que recomiendan las limitadas y conocidas recetas del FMI", dijo el entonces ministro de Finanzas.

La economía del quinto exportador mundial de crudo comienza a recuperarse de contracciones históricas de 7,6% en 2003 y de 8,9% en 2002, años signados por inestabilidad política en torno a Chávez y en los que el mandatario sobrevivió a un golpe de estado y al paro y lock out con los que sus adversarios quisieron sacarlo del cargo al que llegó por la vía democrática.

Este año, el gobierno prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre 11 y 14% y para el 2005 al menos 5%.

El gobierno ha utilizado ingentes ingresos petroleros para elevar el gasto en programas de educación, salud y empleo dirigidos a la mayoría pobre, lo que ha generado críticas entre los analistas opositores, que consideran que cientos de millones de dólares han sido despilfarrados porque no atacan realmente la pobreza.

Para otros, esta es la primera vez que al menos una parte de los ingresos petroleros del país son invertidos en las grandes mayorías y no en las cuentas particulares de gobernantes y administradores.
Chávez ha catalogado al FMI como "nefasto" y prometió no arrodillarse ante el organismo crediticio luego que Venezuela sufrió severos ajustes fiscales impuestos por el fondo en medio de programas de asistencia en 1989 y 1996.

Publicado en Quantum N.44