La reunión realizada el martes 15 en el palacio de Miraflores por los presidentes Álvaro Uribe de Colombia y Hugo Chávez de Venezuela, culminó finalmente con el entredicho diplomático originado por el secuestro en Caracas de Rodrigo Granda, el “canciller” de las FARC.

Durante casi dos meses, las relaciones entre los dos países fueron muy tensas, habiendo suspendido el gobierno venezolano todos los convenios estatales entre ambos países.

Una declaración conjunta de los cancilleres de ambas naciones el día 29 de enero, estableció pautas comunes para una solución, que según declaró el presidente Chávez, se concretaría en la reunión pautada para el día 3 de febrero en Caracas entre ambos mandatarios.

Una laberintitis impidió el viaje del presidente Uribe y postergó esta reunión hasta el día 15, para la cual se anunció que no habría rueda de prensa posterior sino que se entregaría un comunicado conjunto.

Sin embargo al finalizar el encuentro se realizó en el Palacio de Miraflores una extensa rueda de prensa de los dos presidentes, con la asistencia de representantes de 51 medios de comunicación, venezolanos e internacionales.

En esta conferencia de prensa estuvieron presentes el vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, José Vicente Rangel; el Embajador de la República de Venezuela en Colombia, Carlos Rodolfo Santiago; el Embajador de la República de Colombia en Venezuela, doctor Enrique Vargas, así como los cancilleres de ambos países, Carolina Barco y Alí Rodríguez Araque.

En un ambiente de camaradería y espontaneidad, ambos mandatarios dejaron claro que el incidente había sido superado y que sólo la unión de sus dos pueblos, preconizada históricamente por Simón Bolívar, hará posible el avance en el desarrollo y en el mantenimiento de la paz.

En su introducción el jefe de Estado venezolano dijo que "... con especial afecto y por supuesto ya en privado, hemos conversado estas horas, en un encuentro muy constructivo, agradable, con un clima muy fresco"

"Hemos tomado una decisión, si alguien estuviera en alguna parte interesado en perturbarnos, y hacer algo para tratar de perturbar nuestras relaciones, lo que va a conseguir es lo contrario, lo que va a conseguir es la voluntad sin límite de dos hombres, de dos presidentes, de dos gobiernos y de dos pueblos, de sobreponerse a las adversidades y a los incidentes, para fortalecernos, en la estrategia y el esfuerzo unitario", aseguró el mandatario.

Dio entonces la bienvenida al presidente Uribe y su comitiva manifestando: "Don Álvaro Uribe, amigo de esta casa, colega y compañero de estas luchas, nos honra tu visita, honra al pueblo colombiano, al espíritu fraterno de varios pueblos. Muchas cosas pudieran decirse de esta reunión de hoy, pero queda reflejado algo contundente, creo que uno de los más grandes mensajes que desde Caracas surge al mundo, nada ni nadie -por más delicado que sea el tema, por más tormentoso que sea o parezca ser un incidente- podrá alterar la irrevocable voluntad conjunta, no sólo de nosotros dos, que somos sencillamente hombres rodeados de circunstancias, más allá de nosotros dos, la voluntad inquebrantable de nuestros pueblos, de dos pueblos que en el fondo son el mismo pueblo, de luchar por el bien inestimable de la unión”.

Igualmente el presidente Uribe agradeció la calidez, la hospitalidad y la receptividad expresada: “No veía la hora de venir, abonado por una angustia, el diálogo entre los hermanos hay que mantenerlo, profundizarlo todos los días. Mi gratitud infinita a esta muestra de hermandad”, dijo en su introducción.

Ambos coincidieron en sus apreciaciones al calificar la reunión sostenida como altamente productiva. Decidieron conjuntamente que una mayor comunicación entre administraciones y cuerpos de seguridad del Estado impedirá la repetición de episodios como el que hizo estallar la crisis ahora superada, y el reinicio de las reuniones de la Comisión Binacional de Alto Nivel facilitará los entendimientos.

Igualmente reconocieron el papel jugado por países amigos para facilitar la solución y el presidente Uribe destacó el interés del gobierno de Cuba y del presidente Fidel Castro para ayudar a esta hermandad.

Se tomaron también decisiones concretas como la reanudación del suministro de gasolina venezolana a Colombia y la continuación de los estudios para la construcción de un gasoducto que una el Caribe colombiano con la península de Paraguaná y de un poliducto desde la Goajira venezolana hasta el Pacífico colombiano.

Esta cumbre presidencial extraordinaria abrió una nueva etapa en la relación entre los dos pueblos y gobiernos. Fueron establecidas las directivas para la normalización total de las actividades entre ambos estados y “hemos decidido dar vuelta a la página” dijo el presidente Chávez, al impasse anterior.

Los dos presidentes deberán reunirse nuevamente el próximo mes de marzo con la posible participación del mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, esta vez para tratar temas relacionados con la integración, según confirmó el presidente Chávez.