En el penúltimo día de la Misión Internacional de Investigación y Solidaridad con el pueblo haitiano, el viernes, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nóbel de la Paz y Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, hablaron en Puerto Príncipe, durante rueda de prensa, sobre las primeras consideraciones de la misión.
Esquivel y Cortiñas encabezan el grupo constituido por 20 representantes de movimientos, redes e instituciones sociales, culturales y políticas de América Latina, el Caribe, Norteamérica y África, que visitó Haití entre el 3 y el 9 de abril a convite del Jubileo Sur. Según los organizadores, en los próximos días, la Misión ampliará esta primera entrega, a la vez que prepara su Informe y recomendaciones finales.
En el documento divulgado hoy por Jubileo Sur, los integrantes de la misión señalan la convicción de que “en Haití se está jugando hoy el futuro de los pueblos latinoamericanos, caribeños, de todos los pueblos del sur; está en juego nuestro derecho a determinar nuestro propio destino”.
Dicen aún que en estos días se reunieron con funcionarios del gobierno interino, organizaciones sociales de derechos humanos, campesinas, de mujeres, sindicatos, estudiantes, partidos políticos, representantes universitarios, embajadas, organismos internacionales y la Misión militar de Estabilización en Haití (MINUSTAH), que aportaron información y elementos de análisis que enriquecieron enormemente la comprensión de todos sobre la actual situación del pueblo en el contexto de su lucha por la conquista de la democracia, el desarrollo y la autodeterminación. Dijeron esto para que el mundo no se olvide que, al contrario de poder celebrar el bicentenario de su independencia, el pueblo haitiano vive desde hace un año un nuevo período de presencia militar extranjera en su territorio.
Una crisis estructural
– Un ingreso anual per cápita que representa el 15% del promedio latinoamericano.
– Menos de una persona sobre 50 tiene un empleo fijo.
– Menos de 40% de la población tiene acceso al agua potable.
– El analfabetismo alcanza 45 % de la población
– La esperanza de vida cayó de 52,6 años en el 2002 a 49,1 año en 2003.
– 146 en la clasificación del Índice de Desarrollo Humano del PNUD.
– El PIB se redujo de manera sostenida de 5,2 % entre 1985 y 1995, lo que explica la clasificación de "país en regresión económica rápida" según la clasificación de la CNUCED en 2001.
Fonte: Jubileo Sur
Haití enfrenta una grave crisis económica, social y política, con una fuerte presencia militar extranjera en su territorio, y con la generalizada pauperización de la población. Menos del 40% del pueblo haitiano tiene acceso al agua potable. El analfabetismo alcanza al 45% de la población; menos de 1 persona entre 50, posee un empleo fijo y la esperanza de vida cayó de 52,6 años en 2002 a 49,1 años en 2003.
De 1915 a 1934 Haití fue ocupado por tropas de Estados Unidos. Una misión de las Naciones Unidas ocupó el país de 1994 a 1999. A partir de febrero de 2004 se inició un nuevo período de intervención militar extranjera en su territorio. Esta tercera ocupación, según declaraciones de dirigentes de la ONU, debe prolongar por más de 20 años.
Como apreciación inicial la misión señaló para el reconocimiento de la lucha del pueblo haitiano que durante más de dos siglos ha resistido al embate externo e interno- que se ha opuesto y ha obstaculizado cada crecimiento de fuerzas populares constructivas. Demarcaron que la salida de Aristide debe interpretarse a la luz de la creciente movilización social reclamando su renuncia y proponiendo alternativas propias de transición, condenando la intervención de las Naciones Unidas.
“El problema de Haití no es de carácter militar por tanto no se puede resolver con medidas de esta índole. Rechazamos la presencia de fuerzas internacionales de ocupación en Haití, que afectan su soberanía, y exigimos a nuestros gobiernos el retiro de las mismas con modalidades y calendarios establecidos por los actores sociales y políticos de la sociedad haitiana”. La misión propone todavía que se garantice la constitución del Estado de Derecho que posibilite la plena vigencia y realización de los derechos humanos en su integralidad.
Los integrantes defienden un proceso electoral democrático, transparente y seguro y recomiendan a las autoridades provisionales encargadas, se invite a la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) para que conjuntamente con el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y la Comisión Asesora de Promoción Electoral (CAPEL) apoye la constitución de un plan de administración electoral.
Proponen que los fondos dirigidos a proyectos de desarrollo del pueblo haitiano sean de carácter no reembolsable y destinados a las propuestas de las organizaciones sociales y comunidades locales y no a las formuladas por los organismos internacionales como es el caso del Cuadro de Cooperación Interina. “Es prioritario ejecutar la reforma agraria propuesta por los movimientos campesinos, que es básica para recuperar y defender la soberanía alimentária”, defienden.
El documento de la misión alerta y se opone a que el país sea transformado en un área de maquiladoras aglutinadas en zonas francas, que explotan a sus trabajadores en una nueva forma de esclavitud. Exigen aún la anulación de la deuda externa, “inmoral e ilegal que continúa siendo una forma de saqueo del pueblo haitiano” y exigen el resarcimiento de la deuda histórica, social y ecológica que principalmente Francia y Estados Unidos tienen con Haití y su pueblo. “Creemos que nuevas formas de cooperación internacional son posibles, basadas en el respeto y la autodeterminación de cada pueblo, a través de intercambios de experiencias culturales, sociales, científicas y tecnológicas de las organizaciones sociales y gubernamentales”.
Por fin, se comprometen a avanzar concretamente en un proceso intenso de acompañamiento al pueblo haitiano difundiendo en sus comunidades y el mundo entero las informaciones y perspectivas que han recibido e impulsando distintas acciones como por ejemplo la llegada en junio de una delegación de campesinos y técnicos agrícolas del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil para colaborar con sus pares aquí.
Entrevista de prensa en Brasil
Brasil integra la misión de investigación y solidaridad que, desde el día 3 de abril, está en Haití. Los brasileros son la actriz Lucélia Santos, el diputado Walmir Assunção, João Luís Pinaud, de la Orden de los Abogados de Brasil, Sandra Quintela, de Jubileo Sur, Obispo Adriel Mais, presidente del Consejo Brasilero de Iglesias Cristianas (CONIC), y Eduardo Scolese, periodista de Folha de São Paulo.
Mañana, 12 de abril, participan de una entrevista colectiva de prensa, a las 15 horas, en la Sede de la Asociación Brasilera de Prensa, en Río de Janeiro. En Brasil, la Misión Internacional de Investigación y Solidaridad con Haití fue organizada por las entidades que integran Jubileo Sur, además de la Red Social de Justicia y Derechos Humanos.
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