El pase a retiro de la promoción Simón Bolívar II ha despejado el camino a Raúl Isaías Baduel para la titularidad en el Ministerio de la Defensa, a pesar de los obstáculos que quienes le adversan han colocado en su camino al despacho principal de Fuerte Tiuna, cuya puerta le está entreabierta tras encabezar la resistencia militar al golpe del 2002

Aunque a través de los medios se ha dejado colar que el Ministerio de la Defensa será asumido por el general Raúl Isaías Baduel, actual comandante del Ejército, hay quienes han apostado a la ratificación del general en jefe Jorge Luis García Carneiro en tal alta responsabilidad. Sin embargo cada homenaje que el Presidente de la República rinde a la promoción Simón Bolívar II, por sus 30 años de servicio, presagia la próxima composición del Alto Mando Militar, que será renovado con ocasión de la celebración del 5 julio.

En el Aló Presidente realizado el pasado 26 de junio en Falcón, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas se refirió, con apellidos, a varios oficiales que integran la mencionada promoción y que actualmente ostentan cargos de elevada responsabilidad en la estructura militar, incluidos los del Alto Mando para recordarles que, de acuerdo con las leyes militares aún vigentes, pasan a la honrosa situación de retiro.

Nombró, por ejemplo, a Jorge Luis García Carneiro, a Orlando Maniglia (comandante de la Armada) a Melvin López Hidalgo, secretario general del Consejo de Defensa de la Nación) a Rafael Martínez Morales (presidente del Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada) y a muchos otros oficiales de los 76 que componen la promoción de alférez, graduada en la Academia Militar un 8 de agosto de 1975 y en la que el propio Hugo Chávez ocupó el puesto número 8.

Si García Carneiro pasa a retiro, junto a Melvin López Hidalgo y Orlando Maniglia, luce difícil que alguno de ellos pueda titular al Ministerio de Defensa, lo que abre al actual comandante del Ejército la puerta del despacho principal de Fuerte Tiuna.

Pero el retiro militar de la fuerza activa no es sinónimo de ausencia en el cuadro de poder nacional, sobran los ejemplos de la incorporación de oficiales en dicha situación que asumen las riendas en importantes oficinas de la administración pública e incursionan como civiles en la vida política.

Es más, algunos conservarán niveles de influencia en el estamento militar pues habrá que recordar que en la FAN marcan la transición (en la alta oficialidad) entre una vieja doctrina militar, que responde a los intereses de Estados Unidos, y el pensamiento bolivariano, no por casualidad se levantaron el 13 de abril del 2002 contra el golpe orquestado desde el Imperio.

El nuevo pensamiento militar

Sólo hay que escuchar el discurso presidencial para entender que el papel de las Fuerzas Armadas en el país se redimensiona ante “nuevas realidades” como las amenazas de agresión externa. También hay que prestar atención a lo que dice el actual comandante del Ejército para captar la sintonía existente entre estos dos protagonistas en relación con las líneas estratégicas en el ámbito militar.

Raúl Isaías Baduel es uno de los oficiales que ha asumido ante civiles y militares el debate sobre los escenarios que en materia de Seguridad y Defensa se manejan desde la Jefatura del Estado y ante los cuales se han trazado tres líneas estratégicas que pasan por el aumento del apresto operacional, el reforzamiento de la integración cívico militar y la conformación de la reserva.

Defensa y ofensiva ante guerras de cuarta generación, conflictos asimétricos, incorporación de los civiles al resguardo de la soberanía y el territorio, protección estratégica a la industria petrolera, a los recursos energéticos y a los recursos naturales son sólo parte del discurso que Baduel maneja y que expresa la nueva concepción de seguridad de Estado delineada por el comandante Hugo Chávez.

Las nuevas realidades indican que Venezuela enfrenta amenazas en cuatro escenarios: intervención militar de otro país, golpe de Estado, conflictos regionales que amenazan su soberanía y las guerras de cuarta generación, que son aquellas que se libran sin el enfrentamiento tradicional armado entre dos fuerzas opuestas, según ha explicado Baduel.

Rumores y zancadillas

No ha sido fácil para este guariqueño colocarse como el ministeriable que ahora es, en sus cincuenta años de vida, llenos de intensos acontecimientos.

Es uno de los tres comandantes que junto a Hugo Chávez juraron un 17 de diciembre de 1982 libertar a su Patria, los otros son Felipe Acosta Carlés (ya fallecido) y Jesús Urdaneta Hernández, quien está en las filas de la oposición. Sin embargo no se levantó el 4 de febrero de 1992 (aduce sus razones que podríamos resumir en que no creía en el éxito de la operación) y un año después fue a estudiar a la Escuela de las Américas, en Estados Unidos.

En la interpretación del párrafo anterior podrían estar resumidas algunas de las matrices de opinión que los enemigos de Baduel han manejado para cerrarle el paso: Identificación de este personaje con los comandantes del 4F que rompieron con Hugo Chávez (Francisco Arias Cárdenas, Jesús Urdaneta Hernández y Joel Acosta Chirinos), acusaciones hechas hasta por el expresidente Carlos Andrés Pérez en el sentido de que era más radical que el propio Hugo Chávez por lo que no podía ser confiable al Jefe del Estado y, en contraposición, haber sido adoctrinado por las fuerzas militares durante su curso en la Escuela de las Américas.

Hoy, en una nueva modalidad de la acusación que en el 2002 formuló CAP intentan vincularle con el llamado “chavismo sin Chávez”, como se ha dado en llamar a quienes desde el ejercicio del poder político y el ejercicio burocrático conspirarían contra el líder de la Revolución Bolivariana.

Es necesario recordar que la figura de Baduel surgió como un rayo de esperanza la madrugada del 12 de abril del 2002, cuando se declaró defensor de la Constitución y por tanto en rebeldía ante el golpe. Y aunque los medios quisieron mostrarlo como “un llanero solitario” la verdad es que fue la punta de lanza para la configuración de un histórico movimiento cívico militar.

Simón Bolívar III

La designación del nuevo ministro de la Defensa sólo será oficial cuando el anuncio sea hecho por el Jefe del Estado, mientras tanto los rumores irán y vendrán: que García Carneiro se queda, que Melvin Hidalgo no pierde las esperanzas, que Orlando Maniglia se mueve como pez en el agua, que Baduel prepara un golpe, que los integrantes de la promoción Simón Bolívar II tomarán por asalto las curules y desplazarán a los civiles como candidatos debilitando la unidad chavista en el Parlamento, que el Presidente tiene un titular bajo la manga...

Lo que sí es cierto es que asistimos a un proceso de transformación de la Fuerza Armada y del Estado venezolano en el que la promoción Simón Bolívar II ha jugado un importante papel. Sus integrantes siempre tendrán que decidir en relación a cómo quieren ser recordados ante al Historia.

Y una transformación implica renovación. Los nuevos alférez que integran la promoción Simón Bolívar III, ya recibieron la antorcha.