Reseña de una crisis institucional

Quizás el tema más álgido en la crisis de ciudad lo constituye la debilidad del gobierno local, situación que ha sido el producto de más de 10 años de gestiones regulares de los gobierno de turno, así: Mauricio Guzmán, Ricardo Cobo y Jhon Maro Rodríguez aportaron cada uno de ellos algunos ingredientes al actual panorama. Esencialmente, la gestión pública en estos 10 años se ha caracterizado por ser un proceso con planes de desarrollo tímidos que sólo han cumplido el papel de requisito para la gestión institucional, pero que no han logrado ser propuestas estratégicas para la transformación de los problemas sociales. Y lo más grave es que las decisiones de la inversión siguen estando atadas a los intereses tradicionales de una pobre dirigencia política.

Así, la inversión en la ciudad ha sido regresiva, lo que ha dado como resultado un crecimiento desigual dela misma. En este mismo orden de ideas, la Administración Municipal ha perdido su capacidad de gestionar el desarrollo desde hace varios años ya, por ejemplo, los equipos de gobierno cada vez más responden a las negociaciones de la burocracia en el entramado de la relación Alcalde – Concejo, la capa técnica de los servidores públicos se pierde en razón de los recortes de personal agenciados por leyes como la 617 de 2000; los procesos de democratización y participación en la gestión del desarrollo local se hacen cada vez más débiles y la información, sobre la ciudad y su gobierno, es uno de los recursos más escasos.

Siendo así las cosas, la segunda ciudad del país no ha contado con una propuesta política, de gobierno y administrativa que garantice el ejercicio de los derechos de la ciudadanía.

La inconformidad de la ciudadanía

Hechos como la pérdida de $16’500.000.000 del programa de ampliación de cobertura de la educación en el Municipio, denunciado por la Fiscalía Nacional, y que tiene tras las rejas a dos Concejales de la ciudad, más las denuncias del Contralor Municipal sobre la compra de terrenos en zonas aledañas a la ciudad por valores superiores a lo estipulado por el mercado, dieron pie a varias iniciativas ciudadanas de emprender la labor de la revocatoria del Mandato.

Cabe mencionar que los dos hechos mencionados representaron sólo la parte más visible de una cruda crisis que venía gestándose desde tiempo atrás. Las movilizaciones ciudadanas alrededor de la revocatoria han señalado claramente la incapacidad de este gobierno para cumplir las promesas hechas en el Programa de Gobierno -y recogidas en el Plan de Desarrollo-, que señalaban una clara apuesta hacia la transparencia y la democracia en este gobierno. Claramente, los líderes del proceso han señalado los incumplimientos de este gobierno en temas como el Pacto de Transparencia con el Gobierno Nacional, la inexistencia de espacios de concertación democrático y la aberrante negociación de los cargos burocráticos con el Concejo Municipal, situaciones que han propiciado no sólo un gobierno sin capacidad de responder a las necesidades de la ciudad, sino que, además, ha tenido eventos de corrupción.

Frente a este panorama, dos propuestas ciudadanas y una surgida de un partido político, emprendieron la tarea de plantearle a la Ciudad, al Gobierno y a la Registraduría la propuesta de Revocatoria del Mandato.

En que va el proceso

Esta titánica tarea pasó por la necesidad de articular las tres iniciativas, con el fin de optimizar los esfuerzos que representan recoger, sólo para solicitar la jornada electoral que aprobará o no la revocatoria, 80.000 mil firmas. Esta tarea no fue fácil en la medida en que dos de las movilizaciones eran ciudadanas mientras que la tercera surgía de un partido político, situación difícil sobre todo en el contexto de un proceso electoral[1]. Finalmente, se tomo la decisión de juntar las iniciativas y denominarla REVOCATORIA, SI!, aglutinando las propuestas de la ciudadanía CALIVE y BASTA YA!, y la iniciativa del movimiento HUELLA CIUDADANA. A pesar de los acuerdos de no vinculación política electoral de la campaña por la revocatoria, lideres del movimiento político no han perdido la oportunidad de capitalizar este proceso a favor de su intención de ocupar una curul en el Congreso. La situación no ha sido fácil, sin embargo, la iniciativa continúa.

A que se le apunta

REVOCATORIA, SI! tiene la firme de convicción de revocar el mandato del Sr. Salcedo, así se esta en la tarea de acumular las firmas que permitan que la Registraduría convoque la jornada de votación donde la ciudadanía deberá decidir si el Alcalde continúa o no. Este proceso de recolección de firmas y entrega al organismo encargado se realizará después del 12 de marzo. Pero, el norte más claro de la iniciativa es propiciar una transformación en la cultura política y de la gestión pública en la ciudad, donde la dirigencia política se de la tarea de reconocer la serie de errores que se han venido acumulando, y lo más importante, que no es posible seguir operando el poder bajo los criterios de clientelismo, patrimonialismo y corrupción. De otro lado, se busca que la ciudadanía caleña gane confianza en la idea de que hay otras formas posibles para gestionar el desarrollo, que otra política es posible, es más que es necesaria.

Ganar confianza en las apuestas alternativas a los poderes tradicionales, es una clara tarea que los líderes ciudadanos de estas iniciativas han tomado en su mano. En medio de este proceso son muchas los interrogantes que aparecen: si revocamos al Alcalde. ¿cual será nuestra propuesta para gobernar?, ¿por qué a Apolinar y no a los otros?, en fin, múltiples preguntas que poco a poco irán encontrando sus respectivas respuestas. Lo cierto es que grupos ciudadanos en Cali se han puesto en la tarea de refundar la política y “democratizar la democracia”; muy seguramente de este proceso se desprenderán nuevas propuestas para el gobierno de la Ciudad.


[1] Las iniciativas ciudadanas están conformadas por estudiantes, profesores, líderes sociales y miembros de Organizaciones No Gubernamentales.