Durante ese período, también sufrió dos duros golpes, el secuestro y desaparición de su hijo Marcelo Ariel, cuyos restos recién fueron encontrados en enero de 1990, y el de su nuera María Claudia García Iruretagoyena, quien estaba embarazada de siete meses y fue trasladada a Uruguay, y aún no fue hallada.

El poeta hizo esta afirmación en el marco de un acto realizado por el Instituto Cervantes de Beijing, en el que defendió el papel de esta institución en la difusión de la literatura en castellano.

Gelman, quien fue galardonado con el Premio Cervantes en 2007, recordó que nació “en Argentina a la lengua de mi infancia. Rodé por muchos países y me establecí en México por deseo. Todos pertenecemos al mundo y si una patria tengo es la lengua. La lengua tiene muchas patrias: la infancia, la familia...todo lo que va haciendo al individuo”, en declaraciones a la agencia EFE

“Para un poeta y escritor es lo único que puede habitar. Después, aunque le manden al exilio y al infierno, no importa”, añadió.

Sobre la importancia de la lengua en su vida, dijo: “Italia fue mi primer país de exilio, seguido de unos meses en España y luego Francia. A pesar de mi estado de furia, impotencia y dolor por las tragedias que se sucedían en Argentina, no podía escribir. El entorno lingüístico me apartaba”.

Según Gelman, “cada poeta encuentra su propia voz y la lengua que necesita. Yo no he creado una. El castellano estaba bien hechito cuando yo nací”.

Poemas de una antología de Gelman que puede salir en verano en chino, como Manzana, Compañeros, El pato salvaje y Amistades fueron leídos por Gelman y por su traductor, el catedrático Zhao Zhenjiang, en un encuentro literario que acercó los dos mundos poéticos.

El embajador de Argentina en China, César Mayoral, expresó su “gran orgullo por tener en Pekín a un autor de la calidad de Gelman, que reúne premios de España, México y Argentina”.

Antes del encuentro literario, Gelman se reunió en la Facultad de Estudios Hispánicos y Portugueses de la Universidad de Pekín con estudiosos de la lengua y literatura española e hispanoamericana.

También conversó con poetas chinos como Jidi Majia, organizador del Encuentro Poético de Qinhai y del Antílope Tibetano de Oro, cuya primera edición fue oncedida a Gelman.