Por: Teodoro Vinueza Pinos/
Especial para OPCIÓN desde España

Nuestras percepciones y actitudes desempeñan un papel fundamental en la forma cómo reaccionamos. Por eso es que, cuando pasamos por una situación estresante, una de las estrategias recomendadas es realizar algunos cambios en nuestro estilo de vida, y mantener una perspectiva equilibrada y realista de las situaciones conflictivas, a fin de balancear la tensión con la relajación. Esto implica hacer un análisis objetivo de la situación y tomar la mejor decisión en el momento oportuno.

Al lidiar con una situación estresante, tendemos a emplear mecanismos de defensa para negarla, justificarla o racionalizarla, y acabamos “acomodándonos” a ella y aceptando el estrés que conlleva; o bien, identificamos la situación y la enfrentamos.

Los expertos en estrés recomiendan cuatro formas de lidiar con él: modificar la situación (ya sea cambiando de trabajo o de lugar de residencia), adquirir nuevas habilidades para reducirla o eliminarla, percibir la situación bajo un enfoque o una perspectiva diferente, y/o realizar cambios en la conducta personal.

Además del equilibrio emocional y psicológico, es necesario atender el aspecto bio-físico de la persona. Para esto es recomendable mantener una alimentación variada y balanceada, eliminando el exceso de grasas y la cafeína (refrescos de cola, té y café), el alcohol, el tabaco, el azúcar y la sal, entre otros.

También resulta beneficioso practicar algún tipo de ejercicio no competitivo, como la natación, caminar, correr, tai chi, yoga, gimnasia bioenergética o algún otro tipo de técnicas de relajamiento, con objeto de liberar la energía atrapada en nuestro organismo, que es la causante de dolencias psicosomáticas.

Para finalizar, no hay que olvidar que el estrés es el signo de nuestros tiempos. Un cierto nivel de tensión puede ser motivante para realizar esos esfuerzos extra, que a menudo nos exigen los retos que nos presenta la vida.

Lo importante es mantener el equilibrio y continuar nuestro proceso de evolución y reinvención para poder sobrevivir. Ahora, en medio de esta crisis, tenemos la oportunidad de renovarnos y empezar, una vez más, un nuevo proyecto de vida paralelamente con este nuevo siglo.