Por: Cristian Carrasco

Lo conocí con su guitarra al hombro a finales de 1999, cuando trajinábamos construyendo el encuentro de Solidaridad con la lucha en América Latina, evento que se lo realizó en el Centro Social Ocupado “la Nevera”, en el metro García Noblezas de Madrid. Nuestro primer abrazo en el autoexilio condujo a que tuviéramos una amistad grande. De allí en adelante nos volveríamos a ver casi siempre en los actos de solidaridad con la causa latinoamericana, en solidaridad con la revolución cubana, contra la guerra de Irak y tantos otros eventos y conciertos solidarios con las luchas de los inmigrantes en España; la última nuestra fue en julio del 2007.

Yo había vuelto ocasionalmente a Madrid y, de golpe y porrazo, me encontré con sus acordes y su insurgente jarabe vietnamita en la plazoleta de Lavapiés, un populoso barrio madrileño que acoge a gente de todos los lados. Por su voz templada de acero vibró la palabra combatiente y la música cargada de metrallas contra el imperialismo norteamericano y contra todas las formas de opresión que mantienen a los pueblos sumergidos en la miseria. Quintín Cabrera habría nacido en Montevideo en 1944, un 25 de abril. En 1967 viaja a Cuba y participa en el Festival de la Canción protesta, del cual nacería la Nueva Trova Cubana. En 1968 fija su residencia en España y camina con su voz y sus brazos solidarios por todo el viejo continente. El 12 de marzo de este año, la patria Americana llora la muerte de uno de sus grandes hijos. Esta suerte partida en dos hizo que no llegara un solidario pulmón para aliviar los males de este internacionalista cantor, como lo narra su último parte desde el hospital: “Les pedí a los Reyes Magos \ (¿es verdad que son los padres?)\ que por poco que les cuadre \ se pasen por estos pagos \ para aliviar malos tragos \ trayéndome ese pulmón.\ Pero reyes, reyes son \ y yo soy republicano”.

Tal vez para muchos ecuatorianos Quintín Cabrera sea desconocido, pero para quienes tuvimos la suerte compartir un sendero con Quintín, y de abrazar sus cantos y poesías, lo consideramos un ser noble, un verdadero combatiente internacionalista por la justicia social de los pueblos del mundo. Quintín, has grabado tus cantos en la historia musical de nuestro continente Abya-Yala, que incansablemente lucha por salir del oprobio y conquistar la verdadera y definitiva independencia...