Mientras virus, pandemias, "inseguridades", hambre, elecciones, cambios de gabinete, "gran cuñado" y golpes de estados en países hermanos, andaban por la vidrieras de las pantallas multimedíaticas, el equipo de "Cazadores" de la CNC fue por sus dos presas, como en los años 90 (gendarmería incluida), dejando en la calle a varias decenas de comunicadores e impidiendo que miles de oyentes hicieran uso de su derecho a la información.

Inteligentes, rápidos y desprovistos de toda inocencia ("sabíamos que los decomisos no iban a parar de parte de la CNC"), los periodistas, los pequeños propietarios de medios zonales y las fuerzas sociales del lugar -junto con la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA)-, iniciaron una campaña en búsqueda del retorno al aire de ambas emisoras.

Al escribir estas líneas se estaba llegando a las 5.000 firmas de vecinos, comerciantes, oyentes, organizaciones no gubernamentales y religiosas, una de las formas de poner en acción concreta la determinación de luchar por el retorno de la palabra.

Esa palabra que les habla de las problemáticas locales a los habitantes de Moreno. Esa palabra que hace la introducción a tema musicales de cantantes y conjuntos zonales o simplemente charla con los vecinos sobre sus vidas. Nada menos.

Hay que decirlo sin rodeos: vienen por quienes trabajamos en los pequeños y medianos medios de comunicación. Especialmente las radios AM y FM.

La CNC lo hace a pesar de la voluntad de la mayoría de las autoridades del COMFER y de lo enunciado en el nuevo proyecto de Ley de Radiodifusión.

Hay dos causas centrales: A) Miles de emisoras comunicando fuera de los ojos, de la palabra e imagen "única", no conviene a los grupos de poder. B) Más de 4.000 emisoras en todo el país, junto con sus pequeños paquetes publicitarios, son una presa apetecible en épocas de crisis. Lo tienen perfectamente estudiado, saben que se habla de un mercado de más de 100.000 publicidades locales.

Cuando la crisis disminuye ganancias, los multimedios van por Coca-Cola o por el pequeño supermercado del barrio. Una gota no moja, pero miles forman una lluvia.

No sólo las emisoras deben estar alerta y movilizadas. Los diarios, revistas y las agencias y portales en la Web (de cada localidad) deben saber que ellos también están en la mira.

Sin ingresar en una sobrevaloración de los medios comunitarios (muchos de ellos repiten estéticas y contenidos de los monopolios informativos), ya no se puede obviar que la hendija comunicacional se formó.

Desde allí, va creciendo un nuevo relato simbólico que vuelca sus estéticas y contenidos en un interesante intento por lograr que los medios regionales puedan jugar un importante papel en la construcción de un relato, que logre crear una geografía comunicacional propia y quiebre el mito de la naturalización del modelo en su forma financiera, simbólica y relacional.

Los comunicadores sociales de Moreno van por el camino acertado al movilizar a sus oyentes y la sociedad local en defensa de FM Popular y Radio Shopping, lo hacen junto con la UTPBA, en la calle, el municipio, el COMFER e internacionalmente, ante la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).

Ya el Consejo Deliberante de Moreno anunció que declararía de "Interés comunitario" a los medios de éste partido del GBA. De ser así se sumaría a lo realizado por el ex intendente de Morón, Martín Sabbatella. Sería un paso valioso, sobre todo si sabemos que los cazadores de los pequeños medios no andan con la pólvora mojada.

Por ello: atentos, alertas y movilizados junto a la UTPBA. Tocan un medio y nos tocan a todos.

Periodista. Coordinador de La Red Nacional de Comunicación.