Autor: Edgar González Ruiz
Sección: Opinión

23 Agosto 2009

La infiltración confesional, la claudicación de funcionarios oportunistas y la influencia de sectores empresariales y clericales sobre egresados y directivos de esa institución han ido minando las raíces sociales del IPN, que el 12 de diciembre de este año renovará a sus autoridades, encabezadas por el guadalupano y calderonista Enrique Villa Rivera.

Cristeros, empresarios y curas

Desde mediados del siglo XX, el activismo católico ha estado presente en el Politécnico mediante grupos como la Acción Cultural Politécnica, fundada por el jesuita Heriberto Navarrete, quien fuera colaborador del general cristero Enrique Gorostieta.

La Acción Cultural Politécnica existe hasta la fecha, como IAP, con el respaldo de personajes como Victoria Azuela Güitrón (cabe recordar que el muy católico y conservador Mariano Azuela Güitrón fue presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación).

En 1993, la mencionada Acción Cultural fue uno de los grupos que protestaron por las presentaciones de la cantante Madonna en nuestro país.

Figura emblemática de ese grupo es el extinto ingeniero León Avalos Vez, quien fuera primer director del Instituto Tecnológico de Monterrey, y director de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del IPN.

En 1927, Avalos Vez, quien militaba en las huestes cristeras, trató de sabotear el desfile del 1 de mayo de 1927, mediante lanzacohetes que dispararían propaganda clerical. Por ello, pasó varios meses en las Islas Marías, en compañía de Heriberto Navarrete, quien relata los hechos en su libro Islas Marías, publicado por editorial Jus, en 1965.

En la década de 1940, los benedictinos trataban de influir en el Poli, a través del padre Lambert Dehner, que fue entrenador de su equipo de futbol americano, como se relata en la película Siempre hay un mañana (1962), donde Joaquín Cordero encarnó al sacerdote.

A la vez, Lambert participaba con el también benedictino Alcuin Heibel en proyectos de apoyo a los sinarquistas en las escuelas mexicanas.

Siempre ha habido un discreto activismo católico en el IPN, evidenciado en invitaciones a peregrinaciones guadalupanas y a eventos religiosos, como fue en 1961 el Congreso Mariano Interamericano, pero con la llegada del Partido Acción Nacional al poder, la máxima autoridad del IPN llegará a adoptar las consignas católicas y guadalupanas arraigadas en ese partido.

Más agresivas han sido las embestidas del empresariado y de la derecha política contra el Politécnico y, en general, contra la educación para el pueblo.

El 23 de septiembre de 1956, a petición del entonces director del IPN, el empresario Alejo Peralta, el Ejército Mexicano allanó ese centro educativo para acabar con el internado que permitía estudiar a jóvenes de escasos recursos.

En su revista La Nación, el PAN criticaría la torpeza de las autoridades en el operativo militar, pero a la vez exigiría reformas radicales que pusieran a las instituciones educativas al servicio del empresariado, como han llevado a cabo Fox y Calderón.

Asimismo, grandes intereses económicos, como los manejados por el empresario católico Lorenzo Servitje, de Bimbo, procuran subordinar a los ingenieros egresados del Politécnico a las ideas del conservadurismo.

De Fox a Calderón

Durante el gobierno de Fox se hizo patente la sumisión de las instituciones a los intereses de la derecha confesional; en el caso del Politécnico, con la censura moralista de programas del Canal 11 donde se abordaban abiertamente temas de sexualidad, libertad que molestaba a grupos clericales.

En 2003, Fox designó como titular del IPN al ingeniero químico José Enrique Villa Rivera, en sustitución de Miguel Ángel Correa Jasso. Villa Rivera mantuvo su cargo bajo el gobierno de Calderón, para el periodo 2006-2009, mientras que su predecesor renunció como candidato de la coalición Partido del Trabajo-Convergencia a una diputación en Michoacán, en las elecciones del pasado 5 de julio.

En entrevista transmitida el 26 de noviembre de 2008, en el programa “Destreza de la palabra” del canal 412 Aprende TV, del sistema de cable, Villa Rivera enfatizó que fue designado director del Instituto el 12 de diciembre (fecha en que también terminará su gestión este año), que es guadalupano, que la comunidad del IPN es guadalupana y que inclusive la comunidad le ha solicitado construir una capilla a la virgen.

Las declaraciones anteriores van en detrimento del carácter laico de la educación, como señala el ingeniero Ernesto Pereira, de la comunidad de la ESIME, en un escrito presentado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Ha denunciado, también, el uso de recursos y emblemas del IPN para organizar peregrinaciones a la Villa de Guadalupe.

Asimismo, el IPN aparece como una de las organizaciones integrantes de la coalición ultraderechista Sociedad en Movimiento, presidida por el empresario Alberto Núñez Esteva, junto con grupos como A Favor de lo Mejor, AC (creado por Lorenzo Servitje); Mejor Sociedad, Mejor Gobierno; el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (encabezado por Antonio Sánchez Ortega); la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex); los Rotarios, y la Unión Nacional de Padres de Familia (www.sociedadenmovimiento.org.mx/…/organizaciones.php?…).

De hecho, bajo la administración de Villa Rivera, el IPN ha estado participando en eventos organizados por esa red derechista, como fue una marcha y “cadena humana” contra “el terrorismo y el crimen organizado”, que se llevó a cabo en la ciudad de México el 30 se septiembre de 2007, en apoyo a las prioridades del gobierno de Calderón.