El debate sobre el rol de los periodistas y el papel de los medios de comunicación ha alcanzado una muy interesante trascendencia pública, cuestión que la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, UTPBA, reivindica, en la misma medida, entre otras consideraciones, porque muchas y muchos fuimos y somos parte activa, durante más de treinta años, de discusiones, pronunciamientos y luchas, sistemáticamente ninguneadas e intentadas acallar con agravios y agresiones, desapariciones y asesinatos.
Bienvenido el debate público y profundo alrededor de un eje sustancial, en el camino de las transformaciones democráticas de cualquier sociedad.
Bienvenido el debate que echa luz respecto de las diferencias existentes al interior de aquello que se conoce como “corporación periodística”, porque se revela que no todos los periodistas piensan y actúan de igual manera y que la subjetividad –menos mal- predomina por sobre la mal llamada “objetividad periodística”, cuando como en el total de la sociedad existen las luchas de intereses ideológicos, económicos y políticos.
Lo hemos dicho infinidad de veces y lo reiteramos: “No existe el periodista sin ideología, sea cual fuere, sin concepciones políticas, incluso aquellas que no se inscriben en la militancia partidaria; ni periodistas sin intereses económicos, ya sea en la puja salarial y otras. Por lo tanto el trabajador de prensa no es, aunque se lo pretenda, un ente abstracto y abstraído.
Bienvenido el debate y, al mismo tiempo, nuestro rechazo a todo tipo de agresiones, amenazas y anónimos con los que se pretende desviar el carácter de la discusión central, trasladando la atención al campo de la violencia, cuando más se requiere profundizar la democratización de la economía, de la información-comunicación y las relaciones sociales.
Bienvenido el debate, que aún parcializado por intereses políticos de coyuntura, intenta dejar en claro que la información-comunicación está en manos de diversos oligopolios y monopolios, que, con asociaciones transnacionales, concentran no sólo el poder de informar-comunicar -muy por encima de las capacidades reales de la inmensa mayoría de la sociedad-, sino que determinan, en gran medida, el accionar de la economía, la política y las relaciones sociales.
La UTPBA tiene 25 años de vida y en ninguno de esos 25 años se ha callado una palabra, ni en nuestro país, ni fuera de nuestro país, señalando la necesidad de una nueva Ley de Medios (no sólo en la Argentina) que impida la concentración y que democratice las relaciones de producción y emisión de contenidos.
Así como hemos sostenido, y sostenemos, que cualquier Ley de Acceso a la Información Pública debe contemplar el libre acceso a la información privada: el pueblo no apenas quiere saber qué hacen sus gobernantes y el Estado, también quiere saber qué hacen las empresas conformadas con capitales provenientes, entre otros, del trabajo material e intelectual de los trabajadores, de la comercialización y el consumo de bienes y servicios y, muchas veces, del lavado de dinero, abundante fuente de recursos en el marco de la globalización neoliberal.
Como UTPBA decimos Sí a una Ley de Acceso a la Información Pública y también de Acceso a la Información Privada. ¡Basta de la oprobiosa libertad de mercado!, que ha arruinado y masacrado –hasta hoy mismo- las vidas de millones de seres humanos.
Bienvenido el debate que ahora –ya era hora- nos recuerda que la UTPBA fue la única organización de trabajadores de la comunicación que se opuso a la privatización de los canales de televisión, en el auge menemista del “Salariazo” y “La Revolución Productiva”. Tiempos en los que se saludaba, con bombos y platillos, la mentirosa promesa de Menem de que los trabajadores de los medios obtendrían beneficios económicos a través de la denominada “Propiedad Participada”.
La UTPBA fue la única organización que dijo NO.
La única organización que dijo NO a la mentira organizada, y que no firmó el acta de la entrega y la traición a los trabajadores de la comunicación. MEMORIA-MEMORIA-MEMORIA.
Bienvenido el debate que nos recuerda que el haberle extendido las licencias –por 15 y 20 años- a grupos oligopólicos y monopólicos de la comunicación consolidó el poder de sectores que no tienen ningún interés en democratizar la información-comunicación, sino todo lo contrario.
Bienvenido el debate que nos hace sentir orgullosos, como UTPBA, de haber participado activamente, junto a otros sectores sociales, de la defensa incondicional de Canal 7, Radio Nacional y Radio Ciudad, cada vez que se intentó el traslado a la órbita privada.
Bienvenido el debate que nos permite reiterar:
Ni un solo despido en los medios de comunicación, sean éstos públicos o privados.
NO a las patotas –ni a fuerzas represivas, pertenecientes al Estado o privadas- con las que se pretenda desviar el eje de debate acerca del rol de los periodistas y el papel de los sectores concentrados de la comunicación.
SÍ a nuestra consigna –nacida en el llamamiento que hiciéramos al Primer Congreso Mundial de la Comunicación, en 1998, y reiteráramos en el Segundo Congreso Mundial de la Comunicación, también organizado por la UTPBA, en el año 2005 y en todo debate sostenido hasta el dia de hoy-, donde se sintetiza que la lucha en torno al carácter de los medios de comunicación no puede estar desvinculada de la lucha por la justicia social: “No hay Democracia Informativa sin Democracia Económica”.
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